Crisis del PSOE

Aliviados

La Razón
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Los barones y alcaldables del PSOE veían a Zapatero más como un lastre que como un acicate. Si hace cuatro años se morían por tener al líder en sus mítines, cuatro años después las cosas han cambiado. ZP se ha convertido en un producto caducado sin posibilidad de venta en el mercado electoral. Ha pasado de ser un activo a una carga, de ser un certificado de garantía, a un lastre que quieren quitarse de encima. Los barones y alcaldables no deseaban que sonara el nombre de Zapatero en sus mítines o debates.
La mayoría de ellos respiran ahora aliviados después de que anunciara que no será candidato. Piensan que se han quitado un peso de encima, que podrán competir en clave municipal y autonómica y no en clave nacional, que es lo que, al parecer, interesa a los demás. Pero las cosas no son tan sencillas, porque ZP permanece ahí, en la Moncloa, en la presidencia del Gobierno, y en Ferraz, en la secretaría general del PSOE. Continúa al frente de la responsabilidad nacional, comandando la crisis económica, enganchado a las cifras del paro que crecen y crecen, haciendo pronósticos favorables que nunca se cumplen, dando una imagen internacional que produce pena, al mando del campeón de Europa en destrucción de empleo.
Y de esa realidad no se pueden abstraer los barones y alcaldables, no pueden escapar de un debate nacional sobre cómo la mala política de Zapatero influye en la vida de los ciudadanos que votarán el 22 de mayo. Otra cosa es que Zapatero se hubiera ido del todo. Eso sí habría supuesto una liberación para quienes un día rogaron su apoyo y ahora no le quieren ver ni en foto.