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Hollywood

Carácter de estrella por José Sancho

La Razón
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Escribo desde el impacto de la noticia. Aunque sabía de su enfermedad, parecía que se había recuperado y había vuelto a rodar para televisión. Me asaltan anécdotas: la última vez que trabajamos juntos fue en «23-F», donde yo hacía de Milans del Bosch y el de Armada. Su trayectoria ha ido mejorando y mejorando. Después del rodaje de «23-F» me dijo: «Pepe, que magnífica película, que bien está Lluís Homar, que bien estás tú y también yo». Había comenzado haciendo castings y se quedó con un papelito en «El juego de la oca», de Manuel Summers, donde ya aspiraba al protagonista. Él siempre decía que lo suyo era esto. Era una época en la que no lograba llegar a ser una estrella, pero lo consiguió. En «El avaro» hizo toda una creación. Ha tenido una trayectoria envidiable. Pero hasta que llegó, su carácter dio lugar a muchas anécdotas, como la vez que se peleó con la mujer del protagonista en «Fortunata y Jacinta» y fue sustituido, o con Charlton Heston en «Colmillo blanco». Le llamamos cariñosamente el «loquillo» por las reacciones de su carácter. Pero era un hombre afable que se granjeaba muchas simpatías en la profesión y en la vida. Inolvidable y cariñoso con todo el mundo.

José Sancho