Ni truco ni trato España adelante

En medio del suspense, con el equipo balcánico volcado en una ofensiva desesperada y fundido, la mejor combinación española culminó con el gol de Navas (min 88) y terminó con el sueño croata en la Eurocopa. Del grupo C avanzan los españoles, que se las verán contra Inglaterra o Ucrania, y los malpensados italianos.

Croacia es un equipo ambicioso, pero no tanto –en los primeros 45 minutos sólo tiró una vez a portería, flojo–, y herido desde la Eurocopa anterior por Turquía, que lo eliminó en una tanda de penaltis. Croacia es una selección para no descuidarse –su contragolpe llama la atención–. La calidad está en su ADN. Forma un conjunto orientado por un entrenador carismático y meticuloso, que deja impronta con su fútbol, a veces anárquico o deslavazado, en ocasiones pujante y no siempre valiente. Contra rivales inferiores, no especula; contra España se defendió con uñas, dientes y patadas. España no compadrea. La posibilidad del pasteleo, del argüido «biscotto» italiano, del truco y del trato, del conveniente empate a dos, aparecía en un horizonte mentiroso, mas nunca despejado. Todo es fútbol y el 2-2 era posible sólo por el azar del juego. De hecho, la primera parte terminó 0-0.

Repitió alineación Vicente del Bosque; las cinco tarjetas y la posibilidad de perder a uno de los amonestados para el encuentro de cuartos no fueron óbice. Repitió Torres, pese a las dudas de siempre, que oscilan entre ese fuego eterno que consume su evolución y el descaro del goleador en forma y fresco. Hizo labor de zapa porque la presión croata –tres a por el balón, implacables– impedía a los españoles profundizar. Los intentos de Iniesta, Xavi, Silva y Alba chocaban contra un muro impenetrable. Era cuestión de madurar al rival, hasta agotarlo, hasta que cayera por su propio peso; pero resistía como un titán. Y el 0-0 le bastaba para clasificarse; soñaba, no obstante, con algún contragolpe fugaz. Sólo una vez hizo saltar la alarma, cuando Ramos entró en el área con la plancha a despejar y sacudió a la pelota y a Mandzukic. Pidieron penalti, también pudo ser juego peligroso y libre indirecto; pero fue nada.

En éstas, Italia marcó y se clasificaba líder del grupo; también España, dominadora, pero lenta, tanto que daba tiempo a los otros a colocarse. Pletikosa tocó cuatro o cinco balones más que Casillas y su intervención más acertada fue a tiro imposible de Torres.

A «La Roja» le costaba llegar a la portería contraria y soportaba el juego duro. Sus faltas eran continuas y el fútbol, deslucido; Xavi no veía a Arbeloa, el más débil cuando le presionaban, quizá por ello desasistido. Sólo después del descanso Croacia avanzó posiciones porque se sabía eliminada. Vimos que jugaba Modric, oculto en la red defensiva. Tapaban bien las bandas, defendían el centro sin fisuras y contraatacaban con media docena de efectivos. Esto exigía una concentración superlativa a los pupilos de Del Bosque, sorprendidos por una jugada de Modric que Rakitic cabeceó contra Casillas. Susto mayúsculo. Navas entró por Torres y Silva se convirtió en falso nueve hasta que le relevó Cesc. Bilic también movió piezas, un delantero centro, Jelavic, y Perisic, a escena. Es otro partido, España tiene que defenderse y buscar el resquicio que antes no encontraba. El resultado, una incógnita. España estaba clasificada, ahora segunda, pero no podía descuidarse: si encajaba un gol, se quedaba fuera. Podía ser susto o muerte.

El físico inagotable de los croatas ganaba también por arriba; la Selección sacaba córners que no podía rematar y Casillas volvía a lucirse, ahora ante Perisic; mientras Cesc y Busquets desperdiciaban un par de ocasiones claras. Sólo Iniesta, en el minuto 84, acertó a disparar y Pletikosa paró. Fue el primer disparo «azul» en este segundo tiempo; el siguiente, de Navas, también al portero; pero era el principio del fin... del suplicio.

Entre idas y venidas, de una portería a otra, discurría el encuentro. Piqué yacía sobre el césped, a la salida de un córner, después de recibir un codazo, y Shakira, en la grada, mostraba su preocupación y pedía penalti. Luego lo hizo Busquets, a Corluka. Tampoco lo vio Stark. El resultado pendía de un hilo, hasta que Cesc elevó el balón sobre el muro rojiblanco, Iniesta paró el mundo, bajó la pelota con el pecho y centró para que Navas, solo, marcara el 1-0 y terminara con toda la tensión acumulada. Fue susto. España estalló de gozo y Croacia se cargó de tarjetas. El sábado, cuartos en Donetsk.

Joachim Löw no se pierde un partido de España
El seleccionador de Alemania, Joaquim Löw, no se ha perdido un partido de España. El estadio de Gdansk ha sido su segunda casa en esta Eurocopa porque la vigente campeona, España, es el rival a batir. Aunque conviene recordar que los de Löw, técnico cada día más acreditado (quién sabe si su futuro estará en el Real Madrid cuando se vaya José Mourinho), han hecho pleno en la fase de grupos. Los de Vicente del Bosque, dos victorias y un empate.


-- Ficha técnica:
0.- Croacia: Pletikosa; Vida (Jelavic, min. 66) , Corluka, Schidenfeld, Strinic; Rakitic, Vukojevic (Eduardo, min. 80); Srna, Modric, Pranjic (Perisic, min. 66); Mandzukic.
1.- España: Casillas; Arebeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Xavi Hernández (Negredo, min. 89), Busquets, Xabi Alonso; Silva (Cesc Fabregas, min. 71), Iniesta y Fernando Torres (Jesús Navas, min. 61).
Goles: 0-1, min. 87: Jesús Navas
Árbitro: Wolfgang Stark (ALE). Mostró cartulina amarilla a los jugadores de Croacia Corluka (min. 27), Srna (min. 44), (Strinic) min.53) y Rakitic (min. 90)
Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Eurocopa del Grupo C, disputado en el estadio Arena Gdansk ante la presencia de 39.000 espectadores.