Nueva York

Obama relaciona la pobreza extrema con la seguridad de EE UU

La crisis económica y las críticas a la ayuda al desarrollo llevan a Obama a vincular pobreza y seguridad.

Obama saluda al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ayer en Nueva York
Obama saluda al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ayer en Nueva Yorklarazon

Nueva York - El presidente norteamericano, Barack Obama, hiló ayer muy fino en su intervención en el plenario de la cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En los foros internacionales, el presidente Obama cuenta todavía con el estatus de «estrella del rock» que ha perdido en Estados Unidos. Y ayer tuvo que participar en una cumbre cuyo fracaso se puso de manifiesto desde el mismo día que empezó. No se van a cumplir en el plazo fijado hace diez años, o sea en 2015, las promesas de la erradicación de la pobreza extrema, la enseñanza primaria universal, la igualdad de género o reducir la mortalidad infantil en el planeta.

Así las cosas, el presidente de EE UU trató de justificar ante su opinión pública la necesidad de ayudar a los países pobres, pese a la crisis. Un asunto que genera un intenso debate en el país. Obama quiso relacionar la ayuda al desarrollo con la seguridad nacional estadounidense y la oportunidad de abrir nuevos mercados. «El progreso de los países pobres puede hacer que la prosperidad y seguridad avance fuera de sus fronteras, incluso para los americanos», insistió.

«Hoy [por ayer] anuncio la nueva Política de Desarrollo Global de EE UU. Estamos cambiando la forma de hacer las cosas», destacó. Precisamente, su equipo ha abierto una lucha encarnizada contra el Departamento de Estado para financiar programas de cooperación internacional, muy criticados por su mala gestión. El nuevo plan desgranado ayer se fundamenta en la redefinición y el cambio del objetivo del desarrollo, apuesta por el crecimiento económico y mayor responsabilidad. Pero Obama evitó prometer una cantidad específica de dinero.


«Juntos podemos»
Sí recordó que «juntos podemos colaborar de formas que eran inimaginables hace años. Juntos podemos alcanzar el futuro que ninguno puede conseguir por sí solo. Pero sólo si nos movemos hacia adelante con seriedad y sentido común. Éstos son los elementos de la aproximación de América. Es el trabajo que podemos hacer juntos. Y puede ser nuestro plan, no sólo los Objetivos de Desarrollo del Milenio».

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció ayer un programa de 40.000 millones de dólares dentro de la nueva Estrategia Global para la Salud de Mujeres y Niños. Para lograr los objetivos, los gobiernos y las agencias de cooperación deben reconducir sus estrategias. Los programas son pequeños y no están interrelacionados. Mientras, los diseñados contra la pobreza suelen ser víctimas de los enredos políticos, los burócratas y los incentivos a los diplomáticos. Todavía quedan por delante más reuniones e intervenciones.


«Las guerras de Obama»
El periodista de «The Washington Post» famoso por destapar el Watergate, Bob Woodward, acaba de publicar el libro «Las guerras de Obama», que da una imagen poco alentadora de la misión afgana. Woodward, que ha consultado hasta al propio presidente, destaca que el demócrata no quería aumentar las tropas, su asesor militar considera su estrategia pobre, su Consejero de Seguridad Nacional carece del apoyo de la Administración, el comandante de Afganistán, David Petraeus, no aguanta a su asesor político, David Axelrod, y el presidente Hamid Karzai tiene depresión maníaca.