París

Francia desmiente que quiera retrasar la edad de jubilación

La Presidencia de la República y el Gobierno francés se esforzaron hoy en desmentir que ya tienen decidido cómo se reformará el sistema de pensiones, apenas tres semanas después del inicio de un proceso de concertación, al calor de informaciones sobre el retraso de la edad de jubilación hasta los 63 años.

El ministro de Trabajo, Eric Woerth, que el pasado 12 de abril abrió una fase de concertación con patronal y sindicatos para la reforma de las pensiones, fue el primero en reaccionar al asegurar que "son informaciones que no se basan en nada"porque el presidente, Nicolas Sarkozy, y su primer ministro, François Fillon, "no han tomado ninguna decisión".

En la misma línea, el Elíseo hizo saber no sólo que no se ha tomado ninguna decisión, sino que no se privilegia ninguna hipótesis, en reacción directa a una noticia de 'Le Monde', que citaban diversas fuentes coincidentes, según las cuales Sarkozy pretende retrasar progresivamente la edad de jubilación legal de los 60 años ahora a 63 años en el horizonte de 2030.

Según 'Le Monde', el jefe del Estado -que anunció que a la vuelta de las vacaciones del verano su Gobierno presentará un proyecto de ley que debería ser aprobado en otoño para su entrada en vigor antes de fin de año- querría que la jubilación voluntaria se atrase un año hasta los 61 en 2015, otro más en 2020 hasta los 62 y por último un tercero hasta los 63 en 2030, señaló la versión digital de 'Le Monde'.

El Gobierno conservador francés, que abrió en abril una ronda de contactos con los sindicatos y la patronal sobre esta reforma, ha asegurado que se van a poner encima de la mesa todos los parámetros para garantizar a largo plazo el equilibrio financiero del sistema.

No obstante, diferentes filtraciones y declaraciones de miembros de la mayoría desde que se anunció la intención de ajustar el régimen de pensiones han puesto en evidencia que el centro del debate será retrasar la edad de jubilación voluntaria.

Según el grupo de expertos que conforman el Consejo de Orientación de las Pensiones, y que deben presentar en unas semanas sus previsiones, el déficit del sistema público francés de pensiones, que alcanzó los 11.300 millones de euros en 2009, se multiplicará por cinco en 2030 en los escenarios más favorables.