Marbella

La Campos duda si volver a «Sálvame» por Javier Mariñas

Mª Teresa Campos y Jorge Javier, en el plató de «Sálvame»
Mª Teresa Campos y Jorge Javier, en el plató de «Sálvame»larazon

Se mantienen firmes, encastillados y hasta irreductibles en su enfrentamiento, imposible de equiparse a cualquier otro. María Teresa y Jorge Javier tuvieron una agarrada en «Sálvame» de las que marcan época en la ya tradicional «Defensora de la audiencia», que la magistral malagueña hacía los miércoles y en la que exponía las reclamaciones de los espectadores del programa de Telecinco. Confrontó caracteres y personalidades únicas entre quienes siempre se habían distinguido por una sintonía capaz de captar a la audiencia. Lo que una tarde cualquiera no pasaría de una anécdota, se transformó en un duro enfrentamiento. La Campos jugó intentando pinchar al badalonense, que esta semana lanza su primer libro, «La vida iba en serio» (Planeta). Cómo olvidar sus primeros tiempos madrileños, lo «fan» que era de Paloma San Basilio y de qué manera asombró a Marbella en su primer verano cubriendo informaciones, subido a una moto que apenas sabía manejar. ¡Qué tiempos aquellos! Ahora, Jorge se ha convertido en uno de los imprescindibles en la cadena de Mediaset.
Mientras, y aunque aún no haya bajado la audiencia, a María Teresa se la echa en falta. Ya lleva tres semanas sin aparecer como defensora de lo que para algunos es indefendible, y sigue pensando en si debe retornar o mantenerse en sus cuarteles de invierno. Jorge Javier mantiene su habilidad dominadora del patio de vecindad en el que se ha convertido su programa y que acaba llevando a sus colaboradores al hospital. No se salva ni uno, bien por depresiones propias o motivadas por el entorno.

Alfonso Díez no desafina
Ni el presentador ni la defensora bajan la guardia y quizá sólo puedan ser convencidos por los intereses de la cadena, principal afectada por su decisión. Ojalá lo solucionen y vuelvan a ese tuteo lleno de cariño y comprensión. Teresa aprovecha las inesperadas vacaciones para pasar más tiempo en Málaga y Jorge Javier apenas dispone de días libres, absorbido por su debut literario y en su apuesta por poner en marcha una escuela de canto. Experiencia no le falta, con su equipo de colaboradores que desafinan cada tarde en el programa. Un comportamiento muy diferente al que tuvo la otra noche Alfonso Díez durante campaña solidaria de los relojes Folie Follie, donde no quiso que se le tratara como Duque de Alba. Qué detallazo. Tampoco faltó a esta cita su hijastro Cayetano, ni Sara Vega, que no consigue alcanzar el éxito de su hermana, la actriz Paz Vega.