
I+D
La UE entre Cancún y Durban por Ramón TAMAMES

¿Se acuerdan ustedes del gran revuelo que se produjo durante la Conferencia del Clima en Copenhague en 2009? Fue mucha la atención prestada al tema, en tanto que ahora, con la Gran Recesión en marcha, el interés mundial por el calentamiento global ha caído a niveles muy bajos. Solamente la Unión Europea mantiene en alto la bandera de la descarbonización de la sociedad humana en el Navío Espacial Tierra.
De cara al futuro, tras los incumplimientos de lo acordado en Copenhague y el compás de espera de Cancún (2010), y de cara a la nueva Conferencia del Clima en Durban, Suráfrica, en diciembre del año en curso, la Unión Europea plantea al resto de las partes de la Convención sobre Cambio Climático un propósito definido: recortar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre un 50 y un 80 por ciento, respecto a 1990, para el año 2050.
Para cubrir ese gran objetivo, la Unión Europea se autopropone cuatro grandes medidas. La primera, la eficiencia energética, para ahorrar en todas las aplicaciones eléctricas y en el transporte. La segunda, invoca a las energías renovables: parques marinos eólicos en el Norte, e instalaciones solares en el Sur. El tercer punto se relaciona con la energía atómica, con mayores garantías de seguridad. Y por último, la cuarta rúbrica: necesidad de capturar los GEI procedentes de los combustibles fósiles.
Lo que se echa de menos en todos esos planes comunitarios es una estimación al alza en los rendimientos de las energías limpias, que tecnológicamente están experimentando una auténtica revolución. Y en cualquier caso, queda claro que la Unión Europea está dando, una vez más, el ejemplo al resto del mundo, que en gran medida continúa viviendo en «la ciudad alegre y confiada», sin atender a los grandes desequilibrios de la biosfera.
✕
Accede a tu cuenta para comentar