Crítica de cine

Aviso

La Razón
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Éste es un aviso para las entidades financieras en las que tengo depositados mis cada vez más escasos ahorros y para todas aquellas con las que trabajo habitualmente. Si, durante este verano, sus responsables deciden cerrar algunas de sus oficinas y da la casualidad de que éstas coinciden con las que tengo abiertas mis cuentas, automáticamente cerraré las mismas y buscaré otra entidad en la que me ofrezcan un mejor servicio, cosa, por otra parte, bastante difícil en este momento. Y es que, aunque parezca raro, ya que deberían estarse peleando por mantener sus clientes actuales, primero, y «robar» otros a la competencia, después, resulta que cada vez nos tratan peor: nos cobran comisiones por todo, gastos por todo, periódicamente aplican unos «sartenazos», que, como no estés muy atento, te crujen unos cuantos euros, que, al final del año, suman una cifra bastante considerable; un pico, como vulgarmente se dice. Por si todo lo anterior no fuese suficiente, a la hora de colocar los ahorrillos se empeñan en ofrecer a los clientes unos productos derivados o estructurados imposibles de entender para la gran mayoría de los ahorradores. «Oiga, que yo quiero un depósito de los de toda la vida», dices. «Pero si eso da muy poco, es mejor uno de éstos», te responden. A final resulta que los bancos y cajas no están al servicio de sus clientes, sino al revés.