Infraestructuras

Dos kilómetros de túnel bajo el Prado

La Razón
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Madrid- Cuatro carriles en superficie, sin contar con el transporte público, y otros cuatro subterráneos. Si el pasado lunes el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, presentaba el proyecto de remodelación del Eje Prado-Recoletos, ayer tocaba el turno de los «peros». El Ayuntamiento de Madrid no podrá realizar la obra anunciada si no cuenta con el consentimiento del Gobierno regional y, de momento, parece –según explicaron a este periódico técnicos que estudian este plan– que en el pensamiento del Ejecutivo de Esperanza Aguirre ronda la idea de que el eje circulatorio Sur-Norte de Madrid tenga su correspondiente túnel.

Este «contraproyecto», que podría presentar la Comunidad cuando el Consistorio les entregue toda la información relativa al plan para este punto, contemplaría la creación de un subterráneo de alrededor de dos kilómetros de longitud entre las glorietas de Atocha y Cibeles. «Es una solución que respeta la idea de peatonalización frente al museo y la plaza de la Libertad», señalaron las mismas fuentes quienes, también, añadieron que la obra no tendría ninguna afección sobre los árboles del paseo.

Más concretamente este túnel absorbería todo el tráfico de subida hacia el paseo de la Castellana. La idea, una de las posibles propuestas que podría presentar el Ejecutivo regional, es que todos los coches que circulen hacia Atocha lo hagan el superficie ocupando los cuatro carriles que el actual proyecto contempla para el tráfico en ambos sentidos. Otros cuatro carriles, bajo tierra, se ocuparían de dirigir a los automovilistas desde Atocha a la plaza de Cibeles evitando de paso que se produzca un embudo.

Ésta idea tampoco se olvidaría del transporte público. Junto a los cuatro carriles en superficie, dos más –uno por cada sentido– quedarían destinados a autobuses y taxis.

La solución pretende evitar que se produzca un embudo con los coches que lleguen de la avenida de los museos al paseo de la Castellana ya que, aseguran, la propuesta del Ayuntamiento supone un «estrangulamiento exagerado» de vehículos en este punto.

Según las mismas fuentes el proyecto elaborado por el equipo de arquitectos del que forman parte Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández de León, y que cuenta con el beneplácito municipal, creará embotellamientos de tráfico importantes en calles tan transitadas como Alfonso XII, Méndez Álvaro, Delicias y, en menor medida, el paseo de Santa María de la Cabeza.