Edad biológica

La velocidad de envejecimiento es distinta en cada individuo. De esa velocidad es responsable la carga genética, pero en mucha mayor medida la propia manera de vivir. En la Fundación Tejerina han puesto en marcha Unidades Antienvejecimiento que aplican todos los conocimientos actuales. En estas unidades se realiza un estudio completo de los factores que desempeñan un papel en el proceso de envejecimiento. Las funciones que más se deterioran, entre otras, son la cardiovascular con disminución del riego sanguíneo; la capacidad de ejercicio; las funciones cognitivas (disminución de la memoria y de la capacidad de concentración); el estado de ánimo con apatía y disminución de la capacidad de aprendizaje, etc. La terapia antienvejecimiento se basa en la adopción de los hábitos de vida saludables que generan la producción de antioxidantes. Se centran, por un lado, en la realización de un ejercicio físico suave (andar, nadar, montar en bicicleta, correr) tres veces por semana; en la restricción de la ingesta de calorías (en tratamientos experimentales se ha visto que la reducción de la ingesta en un 30% se asocia a un aumento del 50% de la supervivencia); el consumo de frutas y verduras que contienen vitamina C y E; y la reducción de hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol; y si son necesarios en algunos casos, se aconsejan ciertos compuestos como la melatonina u otras hormonas. Y hoy está haciendo estragos la terapéutica preventiva con resveratrol.