El «voto electrónico» alcanza su primera victoria electoral

Por primera vez en unas Elecciones Europeas en Castilla y León se llevó a cabo un sistema electrónico para el recuento de votos, en los colegios electorales de Salamanca. Este sistema pionero fue muy bien valorado por los delegados internacionales que visitaron la capital salmantina para conocer de primera mano el proyecto.
Los miembros de la ONU resaltarón la «utilidad y transparencia» del Colegio Administrativo Electrónicamente (CAE), y señalaron que «es una herramienta muy importante para mejorar la calidad de los procesos electorales».
La representante de Guatemala, Mirtala Góngora, aseguró que el sistema ofrece «mucha seguridad en el voto», aunque indicó que «no estoy segura de que fuera viable en mi país». En cuanto al coste económico que supondría su implantación, el miembro de Costa Rica, José Thompson, afirmó que «la inversión inicial sería importante», aunque declaró que en el futuro «el ahorro podría ser considerable».
Por su parte, el delegado del Gobierno de España en Castilla y León, Miguel Alejo, subrayó que esta forma de voto es «más segura, más eficaz, más ecológica y más económica». Por este motivo, anunció que tras comprobar los resultados de esta experiencia piloto, el objetivo es llevarla a cabo en las próximas elecciones municipales y autonómicas.

Muchos votos
Por su parte, los candidatos al Parlamento Europeo de los grupos mayoritarios en Castilla y León pidieron a los ciudadanos que ejercieran su derecho al voto con el fin de que la jornada fuera la de «la fiesta de la democracia». El ‘popular' Agustín Díaz de Mera expresó su deseo de que «las urnas se llenaran de votos» para lograr «más legitimidad» y que haya «menos posibilidades para aquellos que se ocupan de tapar la boca a los demás a través del terror». La socialista Iratxe García señaló que todos los votos son buenos para contribuir al proyecto del «futuro de la Europa de la Unión».

Anécdotas en una jornada tranquila
La jornada electoral al Parlamento Europeo transcurrió en Castilla y León con tranquilidad. Aunque, se dieron algunas anécdotas. En clave política, el consejero de Interior y Justicia, Alfonso Fernández Mañueco, olvidó el DNI cuando iba a ejercer el derecho al voto, mientras que el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, depositó su papeleta en una urna que no le correspondía. El responsable de Fomento, Antonio Silván, fue interventor de una mesa en León. Mientras, un sacerdote de Valladolid alegó tener una misa para no formar parte de una mesa electoral, mientras que los Monjes de La Cartuja abandonaron su retiro para votar. Una mujer de 74 años tuvo que sustituir a uno de los vocales que no se presentó en un colegio electoral del centro de Salamanca.