Pamplona

Enamorado de los encierros

Enamorado de los encierros
Enamorado de los encierroslarazon

MADRID-A veces la vida más recta puede acabar de la manera más absurda, emparedada entre la tradición y la mala suerte; tirada bajo las vallas de una calle de Pamplona con una cornada en el cuello, la vena cava arrancada de cuajo y ninguna identificación en los bolsillos. Fue el caso de Daniel Jimeno Romero, primera víctima mortal de estos Sanfermines. Era de ascendencia navarra por parte de padre pero nacido ya en Alcalá de Henares. En la ciudad Complutense era vecino del barrio de Puerta de Madrid, donde residía con su familia. La barriada es una zona originalmente concebida como viviendas para militares, posteriormente usada para realojo de zonas chabolistas y donde los tiroteos y los navajazos no han sido infrecuentes durante muchos años. Pese a ello, Daniel creció allí sano e íntegro al amparo de su madre, ama de casa, su padre, trabajador de telefónica ahora prejubilado por problemas de salud, y una hermana dos años mayor que él. Ni una sola mala palabra sobre Daniel se encuentra por mucho que uno rebusque por la zona. «Era un chaval increíble», dice un amigo, «así, guapo, con el pelo rubio, tenía mucho éxito, pero sobre todo porque era un tipo con respeto y con clase. Y con educación».Trabajador y buena genteHabía conseguido trabajo en los almacenes La Guardia, una empresa cercana, «montando ventanas de aluminio y cosas así», y se le recuerda como un chaval fuerte, deportista (se declaraba aficionado también al fútbol y al «snow») y sano. «Jamás un problema con las drogas o con la autoridad, era un tipo bien majo», comenta un vecino que, literalmente, lo vio nacer.«Tenía mucha afición a correr los toros, también había corrido en San Sebastián de Los Reyes», dicen varios jóvenes que lo conocieron y pasaban el rato ayer, curioseando entre periodistas, frente a la puerta del bloque donde vivía, «le venía por su padre, que era de allí y también era aficionado». Algunos se mantuvieron en vilo en el barrio hasta que la noticia ya fue certificada por varias versiones. «Me han dicho un tal Daniel... y he pensado, no puede ser, no puede ser. Me he quedado de piedra», dice un vecino veterano mientras su mujer no puede evitar un llanto silencioso: «Si es que lo hemos visto crecer...». Según explicaron esta tarde personas cercanas al fallecido, el joven llegó a Pamplona el pasado viernes para disfrutar de los sanfermines, como cada año. En la plaza de toros de Pamplona se guardó en la tarde de ayer un minuto de silencio en memoria del joven. Además, la misa del Día del Mayor, en la Capilla de San Fermín, se ofreció en su memoria. El Consistorio pamplonica colocó un crespón negro en la portada de la página web municipal. Las peñas festivas de Alcalá de Henares, por su parte, convocaron ayer a las ocho de la noche una concentración a las puertas del Ayuntamiento complutense para recordarlo. Daniel era miembro fundador de la Peña «Puerta de Alcalá». A su página de Netlog llegaban también ayer numerosos mensajes de aliento: «(...)quede como consuelo que su pasión por los encierros era más grande que el miedo de padecer un accidente como el ocurrido. Descansa mozo, y que corras muchos encierros allá donde estés».