Hacienda somos todos

Zapatero ha decidido irse de juerga. Bueno, más bien de orgía económica y de gasto. Por si cada uno de nosotros no tuviésemos bastante con nuestra delicada situación financiera personal y familiar, ahora resulta que estamos al borde de la quiebra, pero por el lado de Hacienda. En estos días menos que nunca, por aquello del pago del Impuesto de la Renta, no se nos olvida que, como decía el lema de años atrás, «Hacienda somos todos». Y resulta que las arcas de Hacienda están vacías y al borde de la bancarrota. Total, que no tenemos un euro, ni en el ámbito privado ni en el público. Y esto, que lo sabemos la mayoría, resulta que hay uno, el más importante a estos efectos por su poder y capacidad de decisión, que lo desconoce. Se trata de Zapatero, que sigue empeñado en gastar y gastar el dinero que nos falta. Durante los últimos doce meses la recaudación fiscal ha caído en picado como consecuencia de la menor actividad económica, del descenso del consumo y del aumento del paro, en una palabra, de la crisis. ¿Qué dice el sentido común que se debe hacer en este caso? Pues, si tienes menos, gastar menos también. Pero, de eso, nada. Rodríguez Z. y su Gobierno se han puesto a gastar más y más y más. Por ejemplo, me parece muy bien que en una situación complicada se quiera apoyar más a las capas más desfavorecidas de la población. El problema está en conseguir la «pasta» para hacerlo. Por ejemplo, vale que se quiera destinar más dinero para los parados. Pero, ¿de dónde van a salir los fondos? Los márgenes de emisión de deuda pública están en unos niveles muy alarmantes y los intereses de la misma suponen un «pastón»; además, habrá que devolver también el principal. Visto lo anterior, y salvo que los grandes expertos en economía que asesoran a Zapatero tengan otra solución, se me ocurre que la única salida es aumentar los impuestos. Conclusión: Rodríguez organiza su orgía de gasto descontrolado y los demás ponemos la pasta y la pagamos, porque Hacienda somos todos.