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Keira Knightley: «Me eligieron para este papel por mi carga sexual»

La Razón
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«Expiación» es un drama que se desarrolla a principios de siglo pasado donde Knightley se convierte en Cecilia, alguien que abandona a su familia por amor. La actriz, que se descubre en esta entrevista como una mujer de trato amable, comunicativa y muy celosa de su vida privada, siente pasión por aquellas jóvenes que enamoraban desde la gran pantalla en los años 50, esas estrellas a la antigua que seducían con su elegancia. Hija de actores, Knightley maduró actuando en obras de teatro y luchando contra la voluntad de sus propios progenitores para tratar de lograr su meta, formar parte del mundo del cine. Tres películas marcaron su carrera: «La guerra de las galaxias: Episodio I, la amenaza fantasma», en la que por unos instantes y gracias a su parecido con Natalie Portman la sustituyó en el papel de reina Amidala; «Quiero ser como Beckham», su primer gran éxito dando vida a una jugadora de fútbol; y «Piratas del Caribe», aunque «Expiación» la puede consagrar con una más que posible candidatura al Oscar.

–Se ha convertido en una de las actrices más solicitadas de la industria. ¿Le queda tiempo para sí misma?

–Eso me gusta, trato de exigirmecuanto puedo, con este papel he tenido suerte, porque no había trabajado en seis meses y lo rodé cerca de casa, algo que ahora me parece muy importante. Gran parte de mi profesión radica en viajar, aunque me cuesta estar lejos de los míos. Ahora trato de trabajar menos y pasar más tiempo en Londres por ese motivo.

–¿Qué opina entonces de su personaje, de ese intenso amor que siente por Robbie? Ella termina eligiéndolo por encima de su familia...

–Lo más importante para una actriz es meterse en el personaje y creer en la naturaleza fantástica del romance que vertebra la historia. Y pensar que la idea de dicha relación resulta posible, esperar cinco años a una persona por sólo haber compartido un momento único en una biblioteca. Era importante que esa escena fuera erótica y apasionada, es el momento clave del filme.

–¿Le gusta el periodo en que transcurre la cinta?

–Me atrajo desde el principio, vi muchas películas de David Lean para inspirarme, del tipo «Breve encuentro», y en actrices como Deborah Kerr, que poseían un estilo de interpretación que ya no utilizamos las actrices. Los directores buscan ahora uno más orgánico. Actualmente se evita actuar como en la década de los 40 o 50, pero yo quise inspirarme en esas artistas porque se mueven de una manera que encaja en la historia.

–¿Disfruta más con estos filmes que, por ejemplo, «Piratas»?

–«Piratas del Caribe» fue una experiencia increíble, parecida a beber una copa de champán, un juego divertido con mucha acción. Elizabeth Swann es una estrella en sí misma; sin embargo, todo el mundo debe entender que busque algo distinto que estimule mi intelecto. «Expiación» narra unos hechos que exploré, mientras que no se puede hablar de la complejidad de los personajes de «Piratas» porque no tiene sentido, aunque me parece maravilloso hacer filmes sólo para entretener al publico.

–¿Qué ha aprendido como actriz desde que protagonizó «Quiero ser como Beckham»?

–No tengo ni idea, nada que pueda expresar con palabras. No sé si lo que voy a decir tiene sentido, pero yo trabajaba con mucha tensión y he aprendido por fin a relajarme, lo que provoca que esté más abierta, más natural, surgen más ideas. Algunas veces, al ponerte nerviosa, la energía que desprendes no es la correcta pero poco a poco me voy acostumbrando y cada vez me siento mejor frente a las cámaras.

–El director ha confesado que la eligió por su carga sexual, si bien usted en el pasado siempre dio vida a jóvenes muy niñas. ¿Está de acuerdo con Joe Wright?

–Sí, y se trata de un asunto del que hablamos mucho. He crecido con mis personajes, intervine en «Quiero ser como Beckham» a los 16 años y en «Piratas» tenía 17. Ahora me siento una mujer y quiero encarar personajes de mujeres. A mi edad nos enfrentamos a emociones inexplicables, el paso de adolescente a adulta resulta difícil, y hoy creo que ocupo un lugar privilegiado que me permite explorar un personaje como el de Cecilia, que atraviesa los mismos cambios que yo estoy viviendo.

–¿Qué hace en su tiempo libre?

–Cosas normales, me paso tanto tiempo en la carretera cargando con mi té a cuestas que poder estar en casa preparándome una tostada me resulta excitante. Me gusta ir al súper del barrio a comprar, pasear, leer, descansar...

–Es de las pocas actrices británicas que no se atrevió aún con las tablas.

–Mis padres se dedican al teatro y estoy segura de que algún día me atreveré a pisarlo. Ahora me interesa el cine, recibo ofertas interesantes que no quiero dejar pasar.

–¿Siempre quiso ser actriz?

–Sí, y no sé por qué. Honestamente no puedo recordar la razón por la que me decidí por esta profesión.

–¿Le gustan estos tiempos marcados por la cultura de la celebridad?

–El acto de ser observado me parece extraño, sabes que la gente te mira, pero nadie es capaz de entender la locura que se apodera de tu existencia con la llegada de la fama. No puedes salir a la calle pensando que te van a perseguir porque viviríamos encerrados con problemas psicológicos tremendos. Adoro mi trabajo, aunque no entiendo la fama, no sé si voy a poder con ella toda mi vida. No siento un particular interés por la popularidad, no veo en ella nada positivo, ni siquiera leo revistas.