Portugal

La derrota del PS en Portugal pone en marcha la campaña para las generales

La derrota del Partido Socialista en las elecciones europeas ha puesto en marcha en Portugal la campaña para las municipales y generales que deben convocarse este año y ante las que el victorioso centro-derecha reclamó ya el apoyo popular.
El primer ministro socialista luso, José Sócrates, compareció ante las cámaras de la televisión para asumir personalmente la derrota pero aseguro que ahora tiene "más ánimo y determinación"para encarar las próximas elecciones, en las que se juega su actual mayoría absoluta parlamentaria.
Con el escrutinio provisional prácticamente concluido el Partido Socialista logra un 26,6 por ciento de votos frente al 31,6 de la principal fuerza de oposición, el Partido Social Demócrata (PSD).
El cabeza de lista de la candidatura europea de esta formación, Paulo Rangel, afirmó que ahora "hay esperanza de construir una alternativa consistente y fuerte a las políticas socialistas"y pidió el apoyo de los portugueses para llevarla al poder en los próximos comicios.
La líder nacional del PSD, Manuel Ferreira Leite, afirmó que está clara la preferencia de los portugueses hacia su organización como alternativa de Gobierno, demostrada con la severa derrota infligida a los socialistas.
El partido del primer ministro sufrió un fuerte descenso respecto al 44,5 por ciento de votos que obtuvo en las europeas de 2004, en las cuales el PSD, entonces coaligado con el conservador Partido Popular (CDS-PP), logró un resultado similar del 33,2 por ciento.
También esta última fuerza política, que obtuvo hoy en solitario un 8,3 por ciento, y los partidos de la izquierda marxista y ecologista -que sumaron más del 20 por ciento- hicieron lecturas nacionales de la derrota socialista y la relacionaron con la política de Sócrates.
Pero el primer ministro recordó que tanto él como su partido han sufrido ya "muchas derrotas y muchas victorias"y se consideran capaces de renovar la confianza del electorado en los próximos comicios.
Sócrates asumió la "decepcionante caída"de las expectativas socialistas pero subrayó que se trata de una elección europea que no disminuye la determinación del PS "para estar a la altura de sus responsabilidades de gobierno".
En cambio su rival Rangel proclamó ya que la censura sufrida en las urnas debe "inhibir"al Ejecutivo de tomar decisiones de envergadura sin esperar al resultado de las próximas elecciones.
Los militantes del PSD se lanzaron a una ruidosa celebración de su victoria en la sede del partido y algunas zonas de las principales ciudades lusas.
En Lisboa también estaban de fiesta los seguidores del Bloque de Izquierda (BI) que duplicó los sufragios de las europeas de 2004 y logró un 10,7 por ciento que le lleva a compartir el papel de tercera fuerza política nacional con la colación de comunistas y verdes, que subió un punto y obtuvo el 10,6.
La distribución de los 22 diputados europeos elegidos hoy en Portugal otorgaba, según el escrutinio provisional, 8 al PSD, 7 al PS, 2 al BI y otros 2 a los comunistas y 1 al CDS-PP, mientras faltaba por decidir un último escaño.
El cabeza de lista de los socialistas, Vital Moreira, consideró que se ha producido una mayor "fragmentación partidaria"en Portugal que puede complicar su gobernabilidad.
Sin embargo las fuerzas de la oposición, que durante la campaña achacaron a Sócrates la fuerte recesión y desempleo que sufre el país, interpretaron al unísono el veredicto de las urnas como la confirmación de que los portugueses no están satisfechos con la política socialista.
Además de las críticas de la oposición de izquierda y derecha, Sócrates ha sufrido durante el último año la presión de grandes manifestaciones callejeras realizadas por el numeroso colectivo de los funcionarios públicos, descontentos con sus políticas de ahorro.

 

Abstención en Portugal
La abstención en las elecciones europeas celebradas hoy en Portugal oscila entre el 60,7 y el 65,5 por ciento, frente al 61,2 registrado en los comicios de 2004, según varias encuestas difundidas por medios lusos de comunicación.
Tras el cierre de las urnas en el Portugal continental y Madeira, a las 19,00 hora local (18:00 GMT) y cuando aún faltaba una hora para el fin de las votaciones en las islas Azores, las encuestas difundidas por los medios apuntan a una participación menor a la que hubo en los anteriores comicios europeas.
Las informaciones de las autoridades electorales lusas sobre participación durante la jornada mostraron también una afluencia menor a las urnas que en 2004.
Al mediodía habían votado el 11,84 por ciento de los electores (14,2 en 2004) y a las cuatro de la tarde el 26,82 (27,12), según esos datos oficiales.
Los líderes de los principales partidos lusos, el jefe de Estado, Anibal Cavaco Silva, el primer ministro, José Sócrates, y el presidente de la Comisión Europea y ex responsable del Ejecutivo luso, José Manuel Durao Barroso, exhortaron durante la jornada a los portugueses a acudir a las urnas.