Europa

Singapur

Mejor galaxia

La Razón
La RazónLa Razón

El calificativo de galáctico perjudicó al Madrid. La ausencia de títulos en los tres últimos años de FlorentinoPérez sirvió para que se volcara sobre la denominada galaxia todo tipo de descalificaciones pese a que el club había conquistado siete títulos antes. Los jugadores, con su «glamour», al margen de los resultados deportivos, aportaban importantes ingresos por encima de la cacareada venta de camisetas, que no era la principal fuente de ingresos. La galaxia proporcionaba contratos en las giras y acuerdos sustanciosos en patrocinios, mercadería e imagen televisiva, lo que no era despreciable. Los nombres de Zidane, Figo, Ronaldo o Beckham eran parte de los grandes atractivos de la época. Invirtió grandes sumas en la contratación de esos jugadores y amplió su canal de negocios en el mundo. La meta estaba en alcanzar al Man-chester, que no tenía rivales en zonas inexploradas como Malasia, China o Singapur. El Madrid de la galaxia acabó disgustando, pero visto con la perspectiva de hoy, de fichajes de medianías, de tropiezos con la reglamentación y del poco gancho que tienen los nuevos, hay que pensar que se está retrocediendo. No hay equipo que enamore, ni jugadores que levanten pasiones y la imagen del club es de torpeza, por fichar tarde, caro y mal y toparse con reglamentos. Calderón creyó que arreglaría la chapuza de Mijatovic con Platini. Eso era cuando el Madrid mandaba en Europa. Y, antes que pedir, se le consultaba.