FC Barcelona

Levante U.D.

Menos de un minuto es suficiente

Menos de un minuto es suficiente
Menos de un minuto es suficientelarazon

Mientras parte del público estaba entrando al estadio, cuando Cruyff y Koeman apenas se habían sentado en el campo, 46 segundos después de que Iturralde González pitara el comienzo del partido, Iniesta aprovechó un centro de Henry y una serie de errores encadenados para marcar a placer. Ni un minuto necesitó el Barça para ponerse por delante, lo que ayudó mucho a su tranquilidad, pero no a su juego. Tras la espectacular noche del Bayern de Múnich el equipo azulgrana podía salir relajado ante el Recre, creerse que sería fácil, y el gol acrecentó esa sensación. Guardiola había introducido cambios para evitarlo, pero únicamente Bojan estuvo más motivado que el resto. El canterano se movió mucho y tanto desde el medio como saliendo desde una banda se mostró peligroso. Mucho ha cambiado desde el comienzo de la temporada. Al principio parecía un niño rodeado de hombres, pero ahora es capaz de regatear, de chutar con fuerza o de meter el cuerpo sin salir siempre perdiendo. El Barcelona nunca tuvo el control absoluto del partido. Si al Bayern no le permitió salir del su campo, con el Recre aceptó intercambiar golpes porque el centro del campo no terminó de funcionar. Busquets no apareció mucho y Gudjohnsen sólo a veces. Iniesta era el más regular, pero es que el «8» parece jugar a un deporte diferente. Su pequeño cuerpo gira a gran velocidad con el balón pegado a la bota, amaga que va para un lado y sale por el otro, el menos esperado, y todo ello sin aspavientos, de forma sencilla, aunque sólo en apariencia. Si fuera tan fácil el resto le imitaría, pero no pueden. La posesión de balón estaba igualada e incluso Valdés tenía más trabajo que Riesgo. El portero tuvo que salvar un tiro a bocajarro de Nayar y ya en la segunda parte se vio obligado a intervenir ante Sisi. El centrocampista del Recre pareció buscar el golazo antes que el gol. Intentó la vaselina cuando estaba solo en la frontal del área y después trató de marcar desde el centro del campo. El líder jugaba sólo a ráfagas. Las arrancadas de Messi, las jugadas de Iniesta, las subidas de Alves, el que nunca rota, el que no se cansa jamás, o las entradas de Henry desde la izquierda no tenían continuidad y llegaban con muchos minutos entre una y otra. El Recre tuvo el mérito de mantenerse con esperanzas hasta bien avanzada la segunda mitad. Guardiola empezó a mandar mensajes desde el banquillo. Para recuperar orden y estilo, Xavi fue el primer cambio en lugar de Gudjohnsen. El fútbol fluye con facilidad alrededor del «6». El dominio del Barcelona fue haciéndose más evidente y el tanto de Morris en propia puerta fue la sentencia para el Recre. Con dos goles de diferencia, el cansancio mental, sólo pensar todo lo que tiene que suceder para conseguir la remontada, es suficiente para darse por vencido. Nadie se acordará del gol anulado a Henry por un fuera de juego muy justo. De una acción similar se quejó el Recre y Morris cuando el partido ya iba 2-0. Entonces Guardiola sí empezó a hacer cambios pensando en partidos futuros. Entre dar descanso a Messi o a Iniesta, el técnico optó por el canterano, el motor del equipo que se ha lesionado dos veces en los últimos meses. Leo se quedó en el campo para desaprovechar un penalti que detuvo Riesgo.