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Nadal Verdasco y la Historia

Nadal, Verdasco y la Historia
Nadal, Verdasco y la Historialarazon

El tenis español sigue derribando fronteras. A Rafa Nadal se le ha sumado Fernando Verdasco, el héroe de la Davis. Ambos protagonizarán la primera semifinal española en la historia del Abierto de Australia y uno de ellos tratará de ser el primero, con permiso de Federer o Roddick, que consiga el título en Melbourne. Será la cuarta vez que dos españoles se midan en la semifinal de un «grande». Las tres anteriores fueron en la tierra batida de Roland Garros. Allí, los nuestros juegan en casa. Australia, hasta ahora, era un terreno inhóspito. Verdasco es la sensación del torneo. En apenas un mes ha con- sumado buena parte de los objetivos con que arrancó la temporada. Ha superado los octavos de un «Grand Slam», se ha metido en el «top 10» tras liquidar a Tsonga, ha derrotado a raquetas con las que había tropezado siempre (Murray y Stepanek) y se ha ganado el respeto de todo el circuito. Su problema ahora se llama Nadal. No le ha ganado nunca. «Es el peor rival y el más duro posible», asegura. Es la primera reflexión, pero luego su trabajo en pretemporada con Gil Reyes hace efecto: «Siento que ahora mismo estoy en condiciones de derrotar a cualquiera». Es la mejor prueba de que el Verdasco posterior a la Ensaladera tiene poco que ver con el anterior. Su servicio, la rapidez de sus piernas y la recién adquirida fortaleza mental acabaron con Tsonga, el finalista y verdugo de Nadal en la pasada edición. Rafa se encontró con algunas sensaciones desconocidas en el torneo. Tuvo que jugar bajo techo debido a las condiciones de calor extremo. Las altas temperaturas y la humedad obligaron a cubrir la central y así Simon fue un rival tan incómodo como se preveía. El de Niza es inagotable. No se cansa de pelear, pero el único premio que tuvo a todo su esfuerzo fueron tres «breaks» y una bola de set en la segunda manga. Demasiado poco para frenar al número uno del mundo. Nadal necesitaba un partido así antes del segundo fin de semana. La dureza y la resistencia de Simon contrastaron con la escasa oposición que le habían ofre- cido sus anteriores rivales. A Verdasco lo ve como nunca: «Es verdad que le he ganado siempre, pero nunca me había enfrentado a él en estas condiciones. Está jugando a su mejor nivel». Carla Suárez no pudo redondear una jornada histórica. Cayó ante Dementieva, pero deja Australia como una de las 30 mejores raquetas del mundo.