Cumbre del G20

Obama y Bernanke coinciden en apreciar mejoras en la economía

Sin restar gravedad a la situación económica, el presidente de EE UU lanzó ayer un cauto mensaje de optimismo.

El presidente Obama, ayer, en su discurso sobre la situación de la economía
El presidente Obama, ayer, en su discurso sobre la situación de la economíalarazon

Nueva York- El presidente de EE UU, Barack Obama, lanzó ayer un mensaje de cauto optimismo que combinó con una buena dosis de realismo sobre la marcha de la economía, al afirmar que este año será aún difícil, pero que «se avistan signos de progreso». A su vez, en otro discurso pronunciado en Georgia, el presidente de la Reserva Federal de EE UU, Ben Bernanke, se mostró igualmente optimista acerca del futuro económico al afirmar que percibía «señales» de que el brusco declive en la actividad económica se está «suavizando» y justificó su argumento en recientes indicadores económicos sobre la venta de viviendas y automóviles, la construcción y el gasto de los consumidores. «Soy fundamentalmente optimista acerca de nuestra economía», dijo, aunque advirtió de que «la actual crisis ha sido uno de los episodios financieros y económicos más difíciles en la historia moderna», informa Efe.Obama, en su discurso en la Universidad de Georgetown en Washington, repasó, por su parte, la actual situación económica y las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis. El presidente indicó que «los malos tiempos no han acabado» y que «la gravedad de esta recesión causará más pérdidas de empleo, más ejecuciones hipotecarias y más dolor antes de que termine». El año 2009, aseguró, «seguirá siendo difícil para la economía estadounidense».Al mismo tiempo, indicó que hay señales que inducen a pensar que las medidas económicas adoptadas por el Gobierno comienzan a dar resultados y se avistan «signos de progreso económico», entre los que citó el aumento de las refinanciaciones hipotecarias, el comienzo del deshielo en el sector de los préstamos para la compra de automóviles y para los estudiantes y el aumento de la actividad crediticia entre las pequeñas empresas.«No cabe duda de que los tiempos siguen siendo duros. De ningún modo nos encontramos fuera de peligro. Pero desde donde estamos, por primera vez, empezamos a ver señales de esperanza», destacó el presidente estadounidense. En su discurso, en el que enumeró las medidas adoptadas hasta ahora, como el plan de rescate valorado en 787.000 millones de dólares, el presidente estadounidense insistió en que una de sus prioridades, además de estabilizar la economía, es impedir que se repita una crisis similar.El presidente estadounidense destacó que algunos de los pasos a dar no serán fáciles y explicó que la reestructuración de las empresas de automoción y la aseguradora AIG implicará una serie de decisiones «difíciles y a veces impopulares». Obama recordó que, en las próximas semanas, su Gobierno evaluará la situación de General Motors (GM) y Chrysler, dos empresas que han recibido más de 17.400 millones de dólares de fondos públicos en tanto que elaboran planes de viabilidad.«Es nuestra ferviente esperanza que en las próximas semanas Chrysler encuentre un socio viable y que General Motors desarrolle un plan de empresa que le ponga en el camino de los beneficios sin requerir el eterno respaldo del contribuyente», señaló Obama.

Las razones de la intervención de AIGEl presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, señaló ayer que, de no haberse evitado la quiebra de AIG en septiembre, «la peor de las opciones posibles», podría haberse desencadenado una crisis «al estilo de 1930». Con el precedente de Lehman Brothers como ejemplo directo por su repercusión en los mercados de crédito, Bernanke destacó que «la experiencia histórica demuestra que, una vez que comienza, el pánico financiero se expande con rapidez y de manera impredecible».