Internacional

El presidente de El Salvador niega un “autogolpe” tras irrumpir con militares en el Parlamento

Bukele abre una crisis interna al usar a las Fuerzas Armadas para exigir a los congresistas que apoyen un préstamo para su plan de seguridad

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se presentó durante campaña como un presidente fuera del sistema, “un outsider” con un discurso irreverente, “progre” de izquierdas, pero también populista. Utilizaba las redes sociales, vestía en zapatillas y aseguraba estar dispuesto a acabar con la violencia y la corrupción de la derecha. Pero la historia se repite en El Salvador y al final “la esperanza” ha resultado ser otro “lobo con piel de cordero” que empieza a mostrar sus colmillos. Y un lema: “O por la razón o por la fuerza”.

Los constantes choques entre Bukele y la bancada opositora de la Asamblea Legislativa han alcanzado un punto crítico después de que los diputados se negaran a discutir un millonario préstamo de 109 millones de dólares para combatir la delincuencia. Bukele lo considera urgente para implementar la tercera fase de su plan de seguridad. El dinero se usaría para la compra de helicópteros, patrullas, uniformes, equipos de visión nocturna para los policías y un buque de búsqueda y rescate, al igual que un moderno sistema de videovigilancia.

El mandatario, que amenaza con la insurrección del pueblo –invocando el artículo 87 de la Constitución- para restablecer el orden constitucional, ha fijado un ultimátum de una semana. El “reloj de arena” sigue corriendo. Bukele, que llegó a la Asamblea Legislativa como había prometido, dio un emotivo discurso ante cientos de seguidores que estaban listos para sacar por la fuerza a los diputados. Pero después de orar en el salón azul, que se encontraba prácticamente tomado por los militares y policías, salió a la calle y pidió paciencia. Al final no hubo quórum en el Parlamento.

Cientos de personas, muchas de ellas con gorras celestes, el color del partido Nuevas Ideas de Bukele, tomaron las calles aledañas al palacio legislativo y pareciera que únicamente esperaban la orden de irrumpir en el edificio. La mayoría permanece en vigilia en los alrededores, hasta que se vuelva a sesionar. María, de unos 50 años y proveniente de San Vicente, en la zona central del país, porta un cartel con un claro mensaje de repudio a los diputados: “mil veces malditos”. En tanto, un hombre levanta otro cartel en el que se leía: “Nayib, no estás solo”.

Escalada en el conflicto

El mandatario dijo que el pueblo salvadoreño, sus adversarios, la comunidad internacional, la fuerza armada y la policía, así como todos los poderes fácticos del país, saben que “si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón” y los sacamos. Hasta el momento Bukele se había mostrado más moderado pero esta vertiente radical, amenazante y autoritara hace prever una escalada en el conflicto. Y un futuro incierto de un presidente que podría tomar practicas ya conocidas en países como Nicaragua o Venezuela.

De hecho pese a su discurso anticorrupción varias investigaciones periodísticas han señalado anomalías en adjudicaciones de contratos durante su gestión, asimismo uno de los enfrentamientos más visibles con los medios surgió tras conocerse nombramientos de familiares en puestos clave de la municipalidad.

“Pero yo le he preguntado a Dios y Dios me dijo, paciencia, paciencia, paciencia, el 28 de febrero (de 2021 cuando se celebren las elecciones municipales y legislativas), todos esos sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera”, añadió el mandatario. Bukele dijo que según las encuestas su partido Nuevas Ideas tendría mayoría en la nueva Asamblea Legislativa, por lo que no existe necesidad de entrar por la fuerza.

En paralelo, la Fuerza Armada de El Salvador y la Policía Nacional Civil reiteraron su lealtad a Bukele. Cerrando filas en torno a su líder. Entretanto los diputados opositores han denunciado acoso cerca de sus hogares. Además el mandatario amenaza con llevarlos escoltados por la fuerza a sesionar en el parlamento.

La Asamblea Legislativa está integrada por 84 diputados, de los cuales Arena tiene la mayoría con 37 y el FMLN 23, y con ellos controlan las decisiones en ese órgano. Arena y el FMLN se han negado a dar los votos para este préstamo, pese a que sólo sería el primer paso en el que únicamente se autorizaría al gobierno a negociarlo. Posteriormente sería necesaria su ratificación con un mínimo de 65 votos. Es decir que aunque votasen sería complicado que el plan de Bukele salga adelante.

Reino de las pandillas

Según estadísticas de las autoridades de Seguridad Pública, en el 2019 las pandillas asesinaron a 15 policías y 10 militares, la mayoría cuando gozaban de licencia. También se han registrado 1.028 homicidios, 215 menos que en el mismo periodo de 2018, con un promedio anual de 8,7% muertes violentas por día.

En El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo, las pandillas establecidas en barrios y comunidades populosas están integradas por más de 67.000 jóvenes y adultos, mientras que más de 15.000 están en las cárceles. Según las autoridades están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país. Además en lo que va de año han desaparecido 2000 personas.

Amnistía Internacional condena la militarización

La directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara Rosas, condenó el “ostentoso” despliegue militar y policial en la Asamblea Legislativa y señaló que esto “nos recuerda las épocas más sombrías de la historia de El Salvador y emite una alerta internacional sobre el futuro de los derechos humanos en el país”. “El presidente Nayib Bukele debe resguardar el importante legado de los acuerdos de paz”, indicó en un comunicado.

Guevara Rosas señaló que el Gobierno y la Asamblea Legislativa “deben asegurar que sus decisiones se tomen respetando las normas nacionales e internacionales, sin poner en riesgo la institucionalidad que debe estar al servicio de los derechos humanos de todas las personas sin distinción”. “El pueblo salvadoreño no se merece revivir los años de tragedia y abuso estatal”, agregó.

La UE pide respeto a las instituciones

La Unión Europea (UE) pidió este domingo que se respete la independencia de las instituciones en El Salvador y llamó a los órganos Ejecutivo y Legislativo a resolver de “forma satisfactoria y pacífica” la situación generada por la falta de aprobación de fondos para seguridad.

“Aunque el problema de la seguridad ciudadana es una prioridad nacional y la Unión Europea apoya todos los esfuerzos en este sentido, en los últimos días, la situación política con el enfrentamiento entre las instituciones del Estado en El Salvador ha causado una gran preocupación”, apuntó la UE.