Rumanía

El coronavirus desata los disturbios en los barrios más pobres de Bucarest

Desde marzo, medio millón de rumanos, muchos de ellos gitanos, regresaron a su país tras perder su trabajo en Europa occidental o por temor a contagiarse. La Policía ha intensificado las patrullas para hacer cumplir el confiinamiento

Daily life in the second day of Orthodox Easter under coronavirus lockdown in Romania
Una pareja pasea con su hija en Bucarest (Rumanía) en pleno confinamiento contra el Covid-19ROBERT GHEMENTEFE

Disturbios en Rumanía entre la población con menos recursos. Cuando la pandemia se cernió sobre Europa occidental, cientos de miles de rumanos volvieron a sus casas, para encontrarse de inmediato confinados en su propio país. Muchos de ellos pertenecían a la comunidad gitana y se concentraron principalmente en las zonas más pobres de Bucarest. Las tensiones pronto se desataron entre ellos y con el entono vecinal más próximo. En Bucarest, la Policía disolvió una ruidosa celebración de Pascua. Disturbios similares ocurrieron en todo el condado en los días siguientes. Las Fuerzas de Seguridad rumanas los disolvió.

El sociólogo Necula Cipriana, de la Ong Plataforma Arese, explica que “se trata de la condición social y económica de la marginalidad y de las personas que viven en estos asentamientos y que las autoridades ignoran. Hemos planteado ese problema varias veces con la ONG Aresel: que el Estado no hace su trabajo en estas comunidades y los ignoró durante un largo período de tiempo”. "Ahora vemos un efecto de esta ignorancia de las autoridades. Y esto sucedió hasta ahora también debido a algunos prejuicios, porque en estas áreas viven principalmente gitanos, pero también no gitanos que sufren la misma condición económica y social ", añada el sociólogo.

Desde mediados de marzo, casi medio millón de personas regresaron a Rumania desde el extranjero, algunas porque temían la enfermedad, otras porque perdieron sus empleos en la Europa occidental.

Según la Policía, los incidentes se produjeron entre miembros de la propia comunidad gitana. El subdirector de la Policía, Dan Antonescu, asegura que "La mayoría de ellos estaban bajo los efectos del alcohol, por lo que volvieron sobre agravios del pasado entre familias, entre individuos. Esos conflictos se reabrieron y se convirtieron en episodios violentos”.

En estos momentos especiales, cuando todos se sienten frustrados y extremadamente nerviosos debido a este confinamiento, la Policía está aplicando las nuevas reglas; y cuando se infringen, intervienen rápidamente.

Las autoridades explican que el crimen violento en general ha disminuido en un 47% durante las semanas de confinamiento. en Rumanía, pero todavía hay incidentes aislados. El Ministerio del Interior ha aumentado el número de efectivos y patrullas.

Han desplegado helicópteros para la detección inmediata de posibles disturbios en las zonas más pobres de la capital rumana y ahora controlan regularmente las áreas consideradas de alto riesgo.

Como en otros países de la UE, la ola sin precedentes de ciudadanos que vuelven al país ha complicado los esfuerzos de las autoridades rumanas para imponer el confinamiento nacional a sus 19 millones de habitantes. Una operación policial especial con recursos extraordinarios sería lo último que las autoridades necesitan en la batalla contra el coronavirus.