Terrorismo

Así se prepara un suicida yihadista con un potente coche bomba

Los terroristas buscan individuos poco preparados dispuestos al “sacrificio”

“Todavía estoy en la yihad y levanto mi espada”. El mensaje lo pone Daesh en boca de un suicida que hizo explotar un coche bomba hace ya algún tiempo y cuyo vídeo, correspondiente a los preparativos del atentado, ha rescatado la banda terrorista.

No es casualidad que la grabación apareciera ayer por la noche en las redes yihadistas, ya que lo que se pretende es lanzar el mensaje de que el que se suicida, se va con Alá al cielo y, de alguna manera, continúa la yihad contra los infieles.

El suicida, al que se le ve muy contento con la atrocidad que va a cometer, es un tal Abu Ahmed Al Tunisi (originario de Túnez) y explica en árabe el funcionamiento del coche bomba, al tiempo que muestra las potentes cargas explosivas que transporta. Después se le ve como se dirige hacia el objetivo, protegido por una pala excavadora que se ha colocado en el frontal para sortear posibles obstáculos, y, finalmente, la explosión de grandes dimensiones que es saludada por los que graban con gritos de “Alá es grande”.

En Daesh nada se hace por casualidad y si han rescatado este vídeo es porque tienen necesidad de que nuevos individuos se apunten al “sacrificio”. Normalmente, se trata de personas poco preparadas, poco inteligentes, fáciles de fanatizar, con muy poco que perder y a los que hacen creer que se van a ir directos al paraíso, con su consiguiente disfrute de mujeres vírgenes, ríos de vino, etcétera.

El mensaje que les manda Al Tunisi es que “sigue en la yihad”; en una palabra, que está vivo pese a estar muerto, dentro de la “mística” que los yihadistas hacen creer a los incautos de que el suicidio es un paso más dentro de la yihad, no el último. Teóricos del Islam, opuestos a Daesh, han dejado claro que quienes cometen estos crímenes, según los dictados de su religión, se van al infierno y no al cielo.

El que fuera “califa” de la banda terrorista, Abu Bark Baghdadi, sólo optó por el suicidio, con el chaleco de explosivos que portaba, cuando se vio acorralado por al pastor belga “Conan”, un can que sirve en la Delta Force USA. No tuvo valor para afrontar una detención y optó por matarse, causando daños a terceras personas, según se indicó entonces.

El coche bomba con un conductor suicida es fundamental en la actual estrategia de terror de Desh, ya sea para causar daño en una concentración humana de infieles o para abrir brecha en un campamento militar y entrar a continuación con el fin de eliminar a todos los soldados y apoderarse de sus armas y vehículos.