Sucesos
“Estofado diabólico de restos humanos”, el crimen que horroriza a EE UU
Joel Guy apuñaló a sus padres, los desmembró y trató de deshacer los restos con productos químicos
Joel Guy Jr. quería matar a sus padres y trazó meticulosamente su macabro plan. Tenía 27 años. Anotó en un cuaderno cada uno de sus movimientos, detallando cómo acabaría con la vida de sus padres a puñaladas, cómo los descuartizaría y se desharía de los cuerpos. Joel fue a la casa familiar a pasar el fin de semana en noviembre de 2016 con la excusa de pasar con ellos el día de Acción de Gracias. Pero sus planes eran bien distintos.
El acusado, de 31 años, compareció en la corte de Knoxville el pasado martes, en la segunda jornada del juicio por asesinato en primer grado de su padre Joel Michael Guy Sr, de 61 años, y su madre de 55 años, Lisa Guy. Durante la vista, el jurado escuchó cómo planificó la masacre y eliminaría las evidencias del crimen. Los investigadores encontraron un cuaderno en la habitación de invitados, en la que Joel se alojó esos días, en el que detallaba de forma meticulosa su macabro plan “Rocié las habitaciones de la matanza (¿la cocina?) con lejía”, dice uno de los dibujos descubiertos en el cuaderno. “Tirar los trozos por el inodoro, en el triturador de basura... no. Tienes que deshacerte del cuerpo, si no hay evidencia forense... (no ha delito)”, indicaba en otra de sus páginas.
Los fiscales relataron como Joel subió a la sala de ejercicios de la planta de arriba de su casa en el condado de West Knox y como acabó con la vida de su padre a puñaladas. Después, le tendió una emboscada a su madre, la acorraló y la apuñaló hasta la muerte cuando regresaba de hacer la compra. Después, desmembró los cuerpos, intentó disolver algunos de los restos e hirvió la cabeza de su madre en una olla. Los fiscales presentaron detalles que eran tan espantosos que un investigador lo llamó “la cosa más horrible que jamás haya encontrado en la aplicación de la ley, en la vida”.
Durante la sesión, explicaron que el móvil de los crímenes fue económico porque el matrimonio estab preocupado por su jubilación y tomo la decisión de dejar de dar dinero a su hijo para poder ahorrar y afrontar con cierta holgura los últimos años de su vida. Por ello, sostienen que el primero en morir fuera el padre. Además, las notas así lo indicaban: “mátalo con el cuchillo... límpialo antes de que ella llegue a casa”. Otro dibujo dice “mátala con un cuchillo” y después explica cómo colocarla en la ducha, para después abrir el agua caliente y desmembrarla para deshacerse de los restos.
Las notas también muestran cómo trató de abandonar el cuerpo de su padre en un contenedor para llevarlo junto al de su madre y poder lavarlo y borrar las huellas. “Córtale el brazo y ponle carne debajo de las uñas”, dice un garabato, escrito en tinta azul, en otra página. “Use hidróxido de sodio para destruir su tejido blando y ablandar los huesos para el transporte. Lo hice cada hora para acelerar (el proceso)”, añade más adelante.
Las instrucciones también aconsejan limpiar “las áreas cercanas a las habitaciones y baños”, antes de subir la calefacción a 90 grados para “acelerar la descomposición” y “derretir las huellas dactilares”. Pero no descartaba otras opciones como prender fuego a la casa o inundarla para “encubrir las pruebas forenses”. En otra de las páginas hablaba del dinero de su madre y especificaba la existencia de una póliza de seguros de 500.000 dólares en la que el beneficiario era él. “Con el desaparecido/muerto, lo tendría todo”.
Durante la sesión, los fiscales explicaron que Joel estaba estudiando para ser cirujano plástico en Baton Rouge, Louisiana, y que llevaba nueve años en la universidad con el apoyo de sus padres, que eran ingenieros y estaban a punto de jubilarse, con lo que dejarían de pagarle sus gastos.
También relataron como Joel llegó a la casa de sus padres el miércoles 23 de noviembre, pasó el Día de Acción de Gracias con ellos y regresó a Baton Rouge el domingo. Cuando su madre no se presentó a trabajar el lunes, su supervisora, Jennifer Whitehead, hizo varios intentos de comunicarse con ella por teléfono, pero no contestó. Whitehead, que fue uno de los testigos que prestaron declaración en el juicio el partes, dijo que preocupada por la seguridad de Lisa llamó a las autoridades y les pidió que fueran a visitarla por su ocurría algo extraño.
Esto llevó a los agentes a casa de los Guy, donde hicieron los espantosos descubrimientos. Uno de los oficiales presentes, el detective Jeremy McCord, subió al estrado y reveló que tenía una “sensación extraña” cuando llegó por primera vez a la casa. Describió cómo entró por la puerta del garaje. “Tan pronto como se abrió la puerta, sentimos el calor. Caminando por la planta baja, nada de lo que veía tenía sentido para mí''. El detective detalló cómo los alimentos no se habían guardado correctamente y vio las carteras de dos personas en la mesa.
McCord recordó que después de ver lo que creía que era sangre en la pared, ordenó a todos los oficiales presentes que se pusieran guantes. "Pude mirar hacia el final del pasillo y vi dos manos... no conectadas a ningún cuerpo. “Nunca podré sacar esos olores de mi cabeza ”, dijo.
Los miembros del jurado vieron las secuelas del espeluznante crimen cuando la oficial del alguacil del condado de Knox, Sandy Campbell, subió al estrado y fue detallando lo que se iba viendo en un vídeo de 30 minutos sobre lo que había en la escena del crimen. Manchas de sangre por toda la casa, montones de ropa de las víctimas desgarrada y ensangrentada, una mano humana cortada en el suelo del gimnasio... La grabación también muestra la cocina, con una olla grande de metal cubierta con una tapa que ocultaba la cabeza de Lisa hirviendo en el fuego.
La grabación continúa y se puede ver cómo Campbell se encuentra con dos grandes contenedores de plástico azul, con restos humanos parcialmente licuados flotando en el interior. Esa parte del metraje se ha difuminado debido a su dureza. Los torsos de las víctimas y algunas de sus extremidades fueron colocados en recipientes de plástico, rociados con un químico corrosivo y se dejaron licuar, en lo que los fiscales describieron como un “Estofado diabólico de restos humanos”.
La fiscal del condado de Knox, Leslie Nassios, detalló el lunes la lista completa de las horribles lesiones sufridas por las víctimas. El padre fue apuñalado y cortado en 42 pedazos, y algunos de los golpes le cortaron las costillas y le perforaron el hígado, los pulmones y los riñones. La autopsia mostró que al hombre le cortaron las manos por las muñecas, los brazos por el omoplato, las piernas por la cadera y el pie derecho por el tobillo. Nassios dijo que el padre opuso resistencia y que luchó por su vida.
En cambio, Lisa fue apuñalada 31 veces y le arrancaron nueve costillas. Además, Le cortaron las piernas por debajo de la rodilla y le quitaron los brazos a la altura del hombro.
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