Nueva cepa
Los autobuses de Londres se convierten en ambulancias para aliviar la presión hospitalaria
Los hospitales son una “zona de guerra” debido a la enorme cantidad de contagios y muertes provocados por la nueva cepa británica
El Gobierno británico ha hecho un llamamiento a la población para que se queden en casa tanto como puedan para evitar que los hospitales se vean abrumados y para que las autoridades tengan tiempo para implementar las vacunas contra la COVID-19.
El principal asesor científico del Gobierno de Reino Unido describió la situación de algunos hospitales como una zona de guerra.
Joe Harrison, director ejecutivo del Fideicomiso de la Fundación NHS del Hospital Universitario de Milton Keynes, indicó que el hospital había visto más del doble de pacientes en la segunda ola que en la primera, y que actualmente tenía 186 pacientes con COVID-19.
“Creemos que durante la próxima semana, vamos a seguir viendo presiones reales en nuestra unidad de cuidados críticos”, dijo a Reuters. “Y luego, con suerte, daremos la vuelta a la esquina y las cosas empezarán a mejorar”.
Tal es la presión hospitalaria que los autobuses de Londres, se han convertido en ambulancias para ayudar al sistema británico de sanidad, NHS.
Según informa “The Daily Mail”, cada autobús puede transportar a cuatro pacientes y ya cuentan con el equipo necesario y vital como monitores y máscaras de oxígeno. Inicialmente transportarán a los enfermos al hospital Nightingale, que ha reabierto recientemente.
¿Hasta cuándo estarán confinados?
Es demasiado pronto para decir cuándo terminará el confinamiento en Inglaterra, ha indicado hoy el primer ministro británico Boris Johnson. Y es que las muertes diarias por covid-19 siguen siendo muy elevadas y la presión hospitalaria es cada vez peor.
Reino Unido registró un nuevo récord de muertes diarias ayer por segundo día consecutivo, cifras que Johnson ha calificado hoy de “espantosas”. De ahí que todavía considere que las restricciones son necesarias.
Una encuesta de prevalencia, conocida como REACT-1, sugirió que las infecciones no habían disminuido en los primeros días de cierre, aunque el Gobierno ha dicho que el impacto de las restricciones nacionales introducidas el 5 de enero aún no se reflejaba en las cifras.
“Creo que es demasiado pronto para decir cuándo podremos levantar algunas de las restricciones”, indicó Johnson a los medios.
“Lo que estamos viendo en los datos de ONS, en la encuesta REACT, estamos viendo el contagio de la nueva variante que vimos llegar justo antes de Navidad. No hay duda de que se propaga muy rápido”.
El tercer cierre nacional de Inglaterra ha visto bares, restaurantes y escuelas en su mayoría cerrados, y Johnson atribuyó un fuerte aumento en los casos a fines del año pasado a la nueva cepa británica, una variante más transmisible del coronavirus detectado por primera vez en Inglaterra.
Si bien las muertes han aumentado, el número de casos nuevos ha caído de un máximo de 68.000 el 8 de enero a 38.000 el miércoles.
Johnson tiene como objetivo vacunar a los grupos de alta prioridad a mediados de febrero para proteger a los más ancianos, al personal sanitario más vulnerable y de primera línea, antes de considerar si se pueden aliviar las restricciones.
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