Agenda económica

Biden aprueba a golpe de decreto una batería de ayudas a los más golpeados por la pandemia

El presidente de EE UU aumenta por decreto el salario mínimo a los empleados federales a 15 dólares la hora

La lucha contra la pandemia y sus consecuencias económicas es la prioridad de la Administración Trump
La lucha contra la pandemia y sus consecuencias económicas es la prioridad de la Administración TrumpJONATHAN ERNSTREUTERS

Joe Biden llegó al Despacho Oval haciendo de la unidad su emblema. Pero el tifón decretos ejecutivos aprobados en las últimas horas parece poner en tela de juicio la probidad de esas intenciones. De hecho, desde sectores cercanos al ex presidente Donald Trump, se considera que la prisa en reducir a cenizas todo el legado del anterior jefe del Estado contrasta con los mensajes de corte ecuménico del demócrata.

Sea como sea, la Administración Biden descargó ayer una nueva batería de iniciativas. Muchas de ellas relacionadas con la pandemia provocada por el coronavirus, mientras desde distintos ámbitos arrecian las críticas contra el ritmo de vacunaciones. El presidente prometió vacunar a 100 millones de estadounidenses durante sus primeros 100 días de mandato, pero incluso logrando mantener las cifras actuales, con más de un millón de dosis diarias, los expertos consideran que el país no alcanzará la inmunidad de rebaño en un horizonte más o menos cercano.

Biden, entretanto, pide comprensión a los medios y habla de un escenario de guerra. Entre los nuevos proyectos, figura la clara intención de conseguir aumentar las ayudas a los ciudadanos más necesitados, con decenas de millones de personas en una situación económica por momentos insostenible. Pero para lograrlo necesitará del Senado, donde el empate a 50 escaños puede ser roto por la vicepresidenta, Kamala Harris, pero no será suficiente.

Biden quieren destinar miles de millones de dólares a robustecer la red de respuesta contra el virus, transformar estadios y pabellos deportivos en centros de vacunación, crear unidades móviles que lleven los viales hasta los barrios de las periferias, y contratar a cientos de miles de trabajadores.

Más que un problema de producción, EE UU enfrenta ahora mismo un nudo casi insoluble en la distribución y gestión de las vacunas. Cerca del 50% de las dosis enviadas por Moderna y Pfizer todavía no han sido administradas, mientras que resulta imposible que la producción pueda acelerarse antes del mes de abril.

Más allá del coronavirus, hay medidas en asuntos como el salario mínimo, la negociación colectiva de las condiciones laborales, que aseguran nuevas polémicas y batallas en un Legislativo muy lejos de mostrar signos de cercanía o capacidad para acercar posiciones. Ayer, Biden firmó dos nuevos decretos. El primero estaba centrado en expandir la asistencia económica a los estadounidenses en una situación más precaria. Un intento de ayudar con alimentos a las familias más vulnerables. Con el segundo decreto, aumentó el salario mínimo de los empleados federales a 15 dólares la hora.