El mundo entero está a la espera de conocer cuál será la postura del nuevo presidente de EE UU, Joe Biden, respecto a Irán. Su predecesor, Donald Trump, salió de manera abrupta del acuerdo nuclear que se había firmado en 2015. Uno de los artífices de ese importante tratado es el actual embajador de Irán en España, Hassan Ghashghavi. Por el 42º aniversario de la revolución iraní, el diplomático atiende a las preguntas de LA RAZÓN.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que no levantará las sanciones a Irán hasta que Teherán no deje de enriquecer uranio. ¿Irán volvería a la mesa de negociación sin que se levanten las sanciones? ¿Esperaban esto de la nueva Administración Biden?
Sobre la cuestión nuclear, el mundo está a la espera de cuál va a ser el enfoque de Biden. La incógnita es si el nuevo presidente de Estados Unidos tendrá su propio enfoque o simplemente recorrerá el camino de su predecesor, Donald Trump. Ya que condicionar el levantamiento de las sanciones a la paralización del enriquecimiento de uranio, era propio de Trump; esto era lo que mantenía Trump pero el presidente Biden había prometido recorrer un camino distinto al de su antecesor. Quien salió unilateralmente del acuerdo nuclear, fue el Gobierno de EE UU que además violó la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU al no cumplir con sus obligaciones en el marco del Artículo 25 de la Carta de Naciones Unidas y amenazar a los demás países para que igualmente dejaran de cumplir sus propias obligaciones. Ahora le toca al presidente Biden corregir esta más que equivocada dinámica no sólo en el caso de Irán sino en un sinfín de asuntos internacionales. Y cuando hablo de cambio de enfoque y dinámica me refiero a pasos prácticos con el levantamiento de todas las sanciones impuestas ilegal e injustamente al país persa. Es verdad que no ha pasado mucho desde la llegada de Joe Biden a la Presidencia de EE UU, pero no lo es menos que hasta la fecha no ha hecho absolutamente nada para levantar las ilegalesy unilaterales sanciones contra Irán. Irán no ha salido de ningún acuerdo. El acuerdo está ahí y lo que hace falta es que la parte que lo incumplió y salió de él, la Administración estadounidense, vuelva a cumplir con sus obligaciones en los mismos términos previstos en el acuerdo y que levante las demás sanciones impuestas a Irán.
Irán comenzó a reducir gradualmente sus compromisos nucleares tras la salida de Donald Trump del acuerdo nuclear, ¿qué tiene que pasar para que Teherán vuelva a sus compromisos internacionales?
En primer lugar hay que recordar siempre que la salida unilateral del Gobierno de EE UU del acuerdo nuclear, en mayo de 2018, ocurrió mientras Irán cumplía fielmente, tal como lo mostraban los informes del Organismo Internacional para la Energía Atómica, con sus compromisos en el acuerdo nuclear. Es más, Irán siguió cumpliendo con todas esas obligaciones incluso hasta un año tras la salida de EEUU del acuerdo nuclear. Pero lo que hizo Irán más adelante, en 2019, fue adoptar unas medidas compensatorias que a pesar de ser calificadas como “reducción de compromisos” en los medios, están totalmente avaladas por los artículos 26, 36 y 37 del acuerdo nuclear. Es decir; según estos artículos Irán ha dejado claro que el incumplimiento del acuerdo por la parte occidental le da el derecho de “dejar de cumplir sus compromisos en su totalidad o en parte”. Reitero que las medidas que adoptó Irán como respuesta a la violación del acuerdo nuclear por EE UU, al salir unilateralmente del mismo, o por la UE, al no adoptar acciones concretas para cumplir con sus obligaciones, están contempladas en varios artículos del acuerdo nuclear, lo que significa que Irán jamás ha violado el acuerdo, ni antes ni ahora. Dicho esto, lo que haya que pasar para que el acuerdo nuclear recupere su total implementación ha de ser buscado en la parte occidental. Y esto pasa, sí o sí, por el levantamiento de todas las sanciones impuestas injustamente a Irán, tanto las nucleares cuyo levantamiento está previsto en el acuerdo de nuclear como las de otros tipos que la Administración estadounidense impuso a Irán bajo otros pretextos. Hay que dejar claro que para esto tampoco bastaría una mera declaración o posición política. Como hemos reiterado, no tenemos ningún problema en retomar plenamente todas las obligaciones siempre y cuando se levanten todas las sanciones, entre ellas las referidas a la venta del petróleo iraní o las impuestas al Banco Central de país, en el marco de un proceso verificable.
La última vez que le entrevisté fue al principio de la devastadora primera ola de coronavirus. Irán era precisamente uno de los países más afectados y usted ya me contó los problemas derivados de las sanciones y la problemática de no poder comprar medicamentos. Ahora, en cuanto a las vacunas, ¿les está afectando? ¿Se ha iniciado ya la campaña de vacunación? ¿Tendrán que esperar a una vacuna iraní? ¿Tendrán todos los componentes?
Efectivamente Irán fue uno de los primeros y más afectados países por la pandemia de la covid-19 aunque en estos momentos la situación se ha cambiado y con las gestiones realizadas tanto la incidencia del coronavirus como la mortalidad han descendido drásticamente. En el último mes, el promedio diario de nuevos contagios ha sido de unos cinco mil casos y las muertes diarias, de cifras inferiores a 100. Aun así el problema no está resuelto. Las sanciones siguen afectando a la población y tampoco son menos severas si se tratase de vacunas, ya que con las sanciones se ha obstaculizado cualquier transacciones bancaria con Irán, lo que no permite vender ningún producto, de la índole que sea, al país persa. Ante esta situación, Irán empezó tres proyectos para la producción de vacuna; uno propio, y otros dos con Cuba y China. Los tres proyectos están avanzando muy bien. Además, por los acuerdos alcanzados con Covax, importamos vacunas desde Rusia y otros países. El presidente Rohani ya anunció que la vacunación empezó en Irán desde el día 9 de febrero de 2021 con las vacunas importadas.
En este sentido, cuando le toque su turno en España, ¿se pondrá alguna de las vacunas de laboratorios británicos, estadounidenses... o esperará a la rusa?
Las más duras e injustas sancionas impuestas a la nación iraní han sido obras de EE UU y Reino Unido. Cuando a estos dos países jamás les ha importado la salud e incluso la vida de los ciudadanos iraníes, ¿cómo podemos confiar en sus vacunas ahora? Dicho esto, cuando me toque la vacunación en España, si esta es una vacuna totalmente norteamericana o británica no me la pondré pero si, llegado el día, hay una vacuna de producción española, no sólo yo, sino todos mis compañeros en la embajada nos la pondremos con mucho gusto.
En cuanto a las relaciones bilaterales con España, ¿cómo están en la actualidad? Si se llega a un acercamiento con EE UU, ¿se volverá a abrir el comercio entre ambos países, volveremos a contar con el petróleo iraní?
Con nada menos que cuatrocientos años de antigüedad, las relaciones entre Irán y España son históricas e incluso más antiguas que la propia existencia de países que hoy día se permiten obstaculizar el libre comercio entre las naciones. El acuerdo nuclear del año 2015 contribuyó a la recuperación paulatina del comercio entre Irán y España, golpeado duramente por las sanciones internacionales anteriores a la consecución del acuerdo, alcanzando una balanza comercial de más de 2.600 millones. Pero la salida unilateral del Gobierno de EE UU del acuerdo nuclear en mayo de 2018 causó una bajada drástica en estas relaciones comerciales. De hecho, el comercio entre los dos países hoy día es menos que los tiempos de las sanciones internacionales anteriores al año 2015. Una balanza comercial tan baja no es digna de nuestras relaciones históricas. Desde la Embajada siempre nos esforzamos para mejorar este aspecto en las relaciones bilaterales con España, que en años no muy lejanos llegó a importar hasta el 14% de su petróleo desde el país persa.