América Latina

“Los jueces no sirven para una mierda en Brasil”: los insultos del diputado que le valieron un arresto

Daniel Silveira arremete contra los miembros de la Corte Suprema. A uno de ellos le llama niño “vagabundo, cretino y sinvergüenza”.

El diputado arrestado Daniel Silveira
El diputado arrestado Daniel SilveiraReila Maria/Câmara dos DeputadosReila Maria/Câmara dos Deputados

El diputado brasileño Daniel Silveira, que integra la base aliada del presidente Jair Bolsonaro, fue detenido este martes después de divulgar un vídeo en sus redes sociales en el que insulta con palabras de grueso calibre a varios magistrados de la Corte Suprema de Brasil. Silveira no se anda por las ramas y dice que los magistrados en Brasil “no sirven para mierda alguna en este país, no tienen carácter, ni escrúpulo, ni moral” y, a su juicio, “deberían ser destituidos para nombrar a otros once nuevos magistrados”.

Este diputado se describe en su página de Twitter como “un policía militar, conservador, licenciado en Derecho, diputado federal, totalmente parcial e ideológico”. Fue elegido parlamentario federal en 2018 por Río de Janeiro. El magistrado Alexandre de Moraes ordenó la detención inmediata del congresista mientras difundía su mensaje por YouTube y agentes de la Policía Federal en la ciudad de Petrópolis, del estado de Río de Janeiro, lo arrestaron poco antes de la medianoche.

Al ser detenido, volvió a las redes sociales: “La Policía Federal está en mi casa ahora mismo con orden de aprehensión emitida por el magistrado Alexandre de Moraes”. Poco después, el parlamentario publicó un video: “Ahora mismo, son las 23 horas y 19 minutos, la Policía Federal está aquí en mi casa, está allí en mi oficina”.

En su arremetida en Twitter solo libró al magistrado Luiz Fux, presidente de la Corte Suprema, por “respetar el conocimiento jurídico” dentro de un grupo de “ignobles”, neologismo que fusiona las palabras “ignorantes” y “nobles”.

El parlamentario se despachó en ofensas contra los miembros del Supremo después de una declaración del magistrado Luiz Fachin que consideró como “intolerable e inaceptable” cualquier intervención contra el poder Judicial, como la que insinúo en 2018 el entonces comandante de las Fuerzas Armadas, el general Eduardo Villas Boas. En su vídeo, le dice a Fachin cosas como: “Sé un hombre por una vez en tu vida y arresta a Viola Boas”. A este magistrado le llama “niño malcriado” y “vagabundo, cretino y sinvergüenza”.

Después del arresto, el político del Partido Social Liberal (PSL), la misma formación que llevó a Bolsonaro al poder en 2018 y de la cual el presidente brasileño salió al año siguiente, se manifestó en sus redes sociales e ironizó sobre la determinación judicial. “A los izquierdistas que están celebrando, que se relajen, tengo inmunidad material. Solo voy a dormir por fuera de casa y probar para Brasil quiénes son los magistrados de esa Corte Suprema. Ser ‘preso’ bajo estas circunstancias es motivo de orgullo”, manifestó.

“Las manifestaciones del parlamentario, por redes sociales, se revelan gravísimas, pues no solo atacan la honorabilidad y constituyen amenaza ilegal a la seguridad de los magistrados del Supremo Tribunal Federal, sino que también se revisten de clara intención de impedir el ejercicio de la judicatura”, señaló De Moraes.

El magistrado citó en su resolución las reiteradas afrentas de Silveira, quien es investigado por supuestamente financiar actos antidemocráticos el año pasado en los que los manifestantes pedían el cierre del Supremo a través del acto AI-5, usado por la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.

El AI-5 son las siglas del llamado Acto Institucional 5, un paquete de medidas antidemocráticas aplicado en 1968 por el régimen militar mediante el cual aumentó la represión, se proscribió a varios partidos políticos y se cesó a decenas de parlamentarios opuestos a la dictadura, de la que Bolsonaro es un nostálgico admirador.

En su auto judicial, De Moraes notificó a la plataforma YouTube que debe retirar el vídeo del diputado, con una multa fijada en 100.000 reales (unos 20.000 dólares) diarios en caso de incumplir la orden, informa Efe.