Armamento

EEUU denuncia el “dramático crecimiento del arsenal atómico chino”

El Pentágono considera que Pekín quiere duplicar su capacidad militar atómica en una década

Misiles chinos en un desfile militar en 2019 en Pekín
Misiles chinos en un desfile militar en 2019 en PekínMark SchiefelbeinAP

El embajador estadounidense ante la Conferencia de Desarme, Robert Wood, ha acusado a China de oponerse a una negociación bilateral para reducir el arsenal nuclear de las dos potencias, y expresó su esperanza en que Pekín cambie esta actitud. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, China tendría 320 ojivas atómicas, aunque se desconoce el número de ellas que se encuentran desplegadas, listas para su lanzamiento. El Pentágono cree que Pekín quiere duplicar este arsenal durante la próxima década.

El diplomático de EEUU mencionó el “dramático crecimiento del arsenal atómico chino”, y afirmó que Estados Unidos seguirá buscando intercambios con China “en doctrinas nucleares, acuerdos de notificación de lanzamiento de misiles, y mejores canales de comunicación de crisis”.

“Hasta el momento, Pekín no ha querido mantener discusiones significativas al respecto, similares a las que tenemos con Rusia, y esperamos sinceramente que esto cambie”, indicó Wood en su intervención en el pleno mensual de la conferencia con sede en Ginebra.

Las 320 ojivas nucleares que tendría China es una cifra muy superior a las de Francia o el Reino Unido, pero muy por debajo de las 5.800 aún activas en Estados Unidos y las más de 6.300 de Rusia. Moscú y Washington acordaron este año extender el acuerdo de control de armamento New START durante cinco años más.

China comenzó a desarrollar su programa nuclear en la década del cincuenta del siglo pasado, después de que en la Guerra de Corea (1950-1953) quedara latente la amenaza del uso de armamento nuclear. Mao Zedong determinó que China tenía que ser miembro del club de países con armas nucleares. Fue así como comenzó un programa atómico con fines militares, bajo el amparo y apoyo tecnológico de la Unión Soviética, si bien la colaboración cesaría debido al empeoramiento de las relaciones entre ambos países con el paso del tiempo.

En 1964 China realizó el primer ensayo nuclear y su doctrina desde el principio ha sido la de otros países atómicos, consistente en la “no-first-use”, es decir, no usar primero las bombas atómicas y emplearlas solo para una respuesta en caso de ser atacado por otro país.

Según ha escrito el experto Miguel Ángel Robles, el programa de modernización de misiles de China está siguiendo la misma trayectoria que ya han seguido otras potencias nucleares. “Una progresiva sustitución de los misiles de combustible líquido por sólido, para conseguir una mayor disponibilidad y capacidad de reacción. La tendencia a reemplazar los misiles lanzados desde silos por misiles sobre lanzadores móviles, para aumentar su capacidad de supervivencia. Desarrollo de avanzados misiles balísticos intercontinentales con la capacidad de portar múltiples vehículos de reentrada en la atmósfera y vehículos de reentrada maniobrables capaces de alcanzar velocidades hipersónicas”.

La Estrategia Nacional de Seguridad de EEUU, firmada por Donald Trump en 2017 sostiene que “China y Rusia desafían el poder americano, su influencia e intereses, intentando erosionar la seguridad y prosperidad de los Estados Unidos. Hoy, estos países están adquiriendo capacidades militares para denegar a América el acceso y la capacidad de operar libremente en zonas de interés comercial en tiempos de paz”.