El portavoz del estado Islámico llama a sus combatientes a cerrar filas ante los indicios de desánimo

El Estado Islámico (Isis, Daesh) debe tener problemas internos de reclutamiento y de fijación de objetivos a sus “combatientes”, a los que tiene que convencer que son soldados llamados por Alá para implantar el auténtico Islam. Así parece deducirse del lago mensaje que su portavoz, Abu Hamza al Qurashi, publicó anoche en el número 292 del semanario Naba, publicación oficial de la banda yihadista. “Y vosotros seréis superiores si sois creyentes”, es el expresivo titular del “sermón”.

Lejos están los tiempos del “califato” basado en conquistas territoriales, en las que desarrollaban lo que proponían como un auténtico estado regido por la Sharia (la interpretación más rigorista del Islam).

Desde que se produjo la derrota territorial y el posterior suicidio del primer “califa”, Abu Bark Baghdadi, en medio de una operación militar USA, Isis ha seguido cometiendo atentado y todo tipo de atrocidades, pero lo cierto es que no logra consolidar un territorio en el que implantar sus “aparatos operativos”. Lo intentan con denuedo en el Sahel, pero no lo logran.

Cada franquicia de la banda actúa según unos principios generales que emanan del nuevo “Califa”, Ibrahim Hashimi”, al que nadie ha visto u oído, lo que supone romper con una tradición de siglos. Está en la más absoluta clandestinidad por miedo a correr la suerte de su antecesor.

Ante este panorama, los “combatientes” se mueven con el convencimiento de que pronto llegará una victoria que nunca arriba. Es lógico pensar que el desánimo puede anidar en muchos de ellos.

El mensaje de Abu Hamza va destinado a convencerles de lo contrario. En su contenido, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, subraya que “dios los bendiga a ustedes y a su yihad, y los recompensen con la misericordia de nosotros y de los musulmanes. Yo soy el que respondió al llamado, así que vengo a ustedes con la ayuda y el apoyo del Señor de los cielos”.

Asegura que lo que ocurrió en “Irak y el Levante (Siria) “es una lección que no se ha repetido y no se repetirá”. “Así que date prisa y quédate y únete a tu país y míralo, y aterroriza al enemigo de Dios y a tu enemigo”.

“El Estado (Isis) está abriendo sus puertas a todos aquellos que quieren la yihad (…) debes continuar luchando contra tu enemigo, aprovechar las oportunidades e intensificar las invasiones”. Les exige que se reúnan “alrededor del Jeque Abu Ibrahim al-Hashimi, que Dios lo salve”, el nuevo “califa”.

Se dirige al pueblo palestino y señala que “que el derecho no se logra por la paz y el derrocamiento, sino por la yihad, el derramamiento de sangre y las heridas sangrantes, dónde está nuestro pueblo. Despierten a ustedes mismos y sean conscientes de su dolor, de su sueño y estupidez; y regresen a sus sentidos; es su derecho, del pueblo de Palestina”.

“También elogiamos el trabajo de los benditos combatientes en Irak, el Levante, El Sinaí, Jorasán (Afganistán), Somalia, Libia, Pakistán y la India, y en particular Asad al-Kharka en Irak por sus esfuerzos en Bagdad, norte y sur, Saleh al-Din, Anbar y Dayal, Kirkuk, Nínive y Al Jazeera”, subraya refiriéndose a algunas de las “wilayas” (franquicias), entre las que no olvide, en otro momento del “sermón” a las del Sahel y otras zonas de África.

Amenaza a los que no se suman a Daesh: “usted no está a salvo de nuestra espada, vamos a irrumpir en sus hogares muchas veces”. “Hemos decidido por usted, verlos muertos, miserables y destruidos; hay que matarlos en las calles, o entrar en sus casas, mostrarles el bien y hacerles desear la muerte y encontrarla”.

Finalmente, recomienda a los combatientes que elijan “los objetivos más severos y que estés a la cabeza del gobierno del tirano y sus articulaciones”, que es tanto como decir que se las corten.

En definitiva un mensaje triunfalista destinado a los que dudan de que el Estado Islámico pueda alcanzar sus objetivos. Sin una cabeza visible, ni siquiera la de este portavoz, con la utilización de las redes sociales, la empresa parece complicada, aunque no hay que menospreciar la peligrosidad de los yihadistas que siempre, no se olvide, están mirando a occidente para cometer sus atentados.