Covid

Malestar en Grecia por cerrar los bares a los no vacunados y obligar a los sanitarios a inocularse

La protesta fue iniciada por un cardiólogo que califica al gobierno conservador de Nueva Democracia de “fascista”

Manifestantes griegos antivacunas en Atenas
Manifestantes griegos antivacunas en AtenasKOSTAS TSIRONISAgencia EFE

Miles de personas se manifestaron anoche en varias ciudades griegas en la primera protesta multitudinaria antivacunas de la pandemia, contra la decisión del Gobierno de obligar al personal sanitario a vacunarse y limitar los espacios cerrados de la hostelería y ocio para los inoculados. Solo en el centro de Atenas se reunieron alrededor de 3.000 personas, sin mantener las distancias de seguridad y prácticamente sin mascarillas, aunque también hubo manifestaciones en otras ciudades como Salónica, en el norte de Grecia, Patras, en el Peloponeso, o Heraclión, en la isla de Creta.

Muchos de los manifestantes enarbolaron banderas griegas y signos religiosos, varios levantaron cruces e iconos ortodoxos frente al Parlamento, en la plaza Syntagma, mientras se mezclaban los eslóganes de la protesta con el himno nacional y otros cantos nacionalistas.

Entre las pancartas que cargaron desde la plaza Omonia hasta el Parlamento se podía leer “No a la vacunación obligatoria. Sí a las libertades individuales, a la libre elección. No a la participación estatal en la medicina” o “No a la separación, no al chantaje, no al terrorismo”.

La protesta fue organizada por el movimiento “Libertad de Nuevo”, liderado por un cardiólogo que hizo el llamamiento por Facebook asegurando que “cualquier práctica médica contra la voluntad del paciente está prohibida” y calificó al Gobierno conservador de Nueva Democracia de “fascista”. Se trata de Fedun Vovolis, quien dice que “todos tienen derecho a elegir. Elegimos que el gobierno no nos elija a nosotros”. Este médico ha cuestionado la investigación científica sobre mascarillas y la vacuna.

En las últimas semanas la variante delta ha provocado un aumento considerable de los contagios en Grecia, que hace temer una cuarta ola veraniega, mientras el Gobierno intenta convencer a la población de que acuda a vacunarse después de que el ritmo de inoculación se haya estancado.

El lunes el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, anunció la vacunación obligatoria para los trabajadores de residencias de mayores y personal sanitario de centros públicos y privados, que serán suspendidos sin sueldo si no reciben la primera dosis antes de las fechas establecidas.

Hasta ahora en Grecia se han realizado 9.485.402 vacunaciones y alrededor del 44 % de la población ha recibido la pauta completa. El objetivo del Gobierno es alcanzar al menos el 70 % antes de otoño para evitar que el sistema sanitario colapse de nuevo.