Reino Unido

Peligra la continuidad de Boris Johnson en Downing Street

El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, emerge como sucesor ante la caída en picado de la popularidad del «premier» británico

El "premier" británico, Boris Johnson, flanqueado por su ministro de Finanzas, Rishi Sunak, abandonan Dowining street
El "premier" británico, Boris Johnson, flanqueado por su ministro de Finanzas, Rishi Sunak, abandonan Dowining streetDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Cuando era alcalde de Londres, a Boris Johnson le preguntaron en infinidad de ocasiones si su verdadero objetivo era mudarse a Downing Street. Él guardaba silencio o contestaba tirando balones fuera con alguna de sus ocurrencias. Cuando se convirtió en ministro de Exteriores se replicaron las mismas escenas. No contestaba o daba rodeos. Pero, en esos momentos, era un secreto a voces tanto sus ansias de poder como la debilidad del inquilino de turno del Número 10.

Las tornas, sin embargo, ahora han cambiado. Las preguntas se están realizando al actual responsable del Tesoro, Rishi Sunak. Hasta en tres ocasiones le plantearon en un reciente acto si se veía como el próximo líder del Partido Conservador y hasta en tres ocasiones declinó realizar cualquier comentario. Por lo tanto, Johnson tiene motivos para preocuparse porque eso solo significan dos cosas: su puesto peligra y las filas «tories» habrían encontrado ya un sustituto.

El excéntrico político ha tenido una carrera imparable. En las generales de 2019 obtuvo una mayoría absoluta no vista desde los tiempos de Thatcher. Consiguió ejecutar el Brexit y en los últimos comicios parciales de primavera ha arrebatado a los laboristas distritos que tenían desde la II Guerra Mundial. Tras los fallos iniciales con la gestión de la pandemia, la economía británica se está recuperando y el programa de vacunación está siendo un éxito. Pero Johnson está en sus peores índices de popularidad.

Según la encuesta de JL Partners, el 58% del electorado quiere que el primer ministro sea reemplazado. Lo preocupante es que la falta de apoyo también se respira entre los propios votantes «tories». Creen que el excéntrico político ya ha hecho su papel. Le veía como el perfil para ganar comicios y asegurar la salida de Reino Unido de la UE, pero no creen que sea luego la mejor opción para liderar un Gobierno. Un 46% de los votantes conservadores cree que «desde el Brexit se ha quedado sin fuerza».

Esto sigue a la publicación de otra encuesta en la web ConservativeHome, biblia para los «tories», que muestra una fuerte caída de 36 puntos en el último mes en las calificaciones como inquilino del Número 10.

Las cosas se complican para Johnson porque, por mucho que tenga una mayoría absoluta de 80 escaños, si sus propias filas no le ven con opciones para ganar en 2024, no van a tener reparos en forzar su dimisión. Pasó con la mismísima Thatcher. La Dama de Hierro obtuvo una mayoría de 102 en 1987, pero los suyos forzaron su salida en 1990.

El Partido Conservador lleva desde 2010 en el poder y si comienza a notar que va perdiendo fuerza buscará carne fresca. Al fin y al cabo, Johnson lleva siendo una cara ya muy vista desde que se convirtió en alcalde en 2008. Y ya se sabe que las modas cambian.

Su salud también puede ser un factor clave. En Whitehall, hay rumores de que aún arrastra efectos prolongados de la covid. En este sentido, el actual ministro del Tesoro es quien suena con más fuerza para sustituirle. Dicen que Johnson está cada vez más paranoico con la subida en las encuestas de su «chancellor» y que incluso ha llegado a sugerir la posibilidad de cambiarle a Sanidad, mucho menos relevante, en la próximo reestructuración de Gabinete de otoño.

Según los sondeos, aparte de la cuestión de con quién sería más divertido tomar una copa, en todas las áreas políticas serias, Sunak golpea a Johnson. De cumplirse los pronósticos, Sunak se convertiría en el primer inquilino de Downing Street de origen indio. Por ahora, el protagonista contesta con rodeos cada vez que le plantean si tiene ambiciones de mudarse algún día al Número 10. «Mi único objetivo es garantizar la recuperación económica y como el resto de miembros del Gabinete estoy contento de trabajar para el ‘premier’», matizó.

Las encuestas de opinión tienen poco impacto cuando queda aún tanto tiempo para acudir a las urnas. Cierto es que en política, una semana es un mundo. Pero no son pocos los que comienzan a advertir a Johnson que se cubra las espaldas. Él sabe muy bien cómo funciona el juego. El problema es que le está tocando ahora vivirlo desde el otro lado.