Yihadismo

Los talibanes dan título de “alteza” a su jefe y aseguran que van a respetar personas y bienes

Los yihadistas prefieren dar un perfio bajo de cara al exterior para atraer ayudas económicas

El mulá Hibatullah Akhundzada, líder supremo de los talibanes, ya está en Kandahar
El mulá Hibatullah Akhundzada, líder supremo de los talibanes, ya está en KandaharAfghan Islamic PressAP

El portavoz del movimiento talibán, Zabihullah Mujahid, ha publicado varios tweets en su cuenta en los que da cuenta de la “reunión de tres días del Consejo de Liderazgo del Emirato Islámico. que se llevó a cabo bajo la presidencia de Su Alteza el Comandante de los Fieles. La reunión del Consejo de Liderazgo del Emirato Islámico de Afganistán se celebró en la provincia de Kandahar, bajo la presidencia del Líder Supremo del Emirato Islámico, el Jeque Al-Hadith Hibaullah Akhundzada”.

Los yihadistas parecen dispuestos a dotar de todo el boato al régimen que han recuperado después de 20 añós de ocupación de la Coalición Internacional. La salida del último soldado norteamericano fue saludada con disparos en todo el país y como un triunfo del Islam sobre los infieles, aspecto que recalcan las distintas facciones yihadistas extendidas por diversos lugares del mundo, en especial las relacionadas con Al Qaeda.

El portavoz afirma que “se tomaron varias decisiones sobre la protección de bienes e instalaciones y el buen trato de las personas y la provisión de facilidades para ellas, así como la formación de un nuevo gobierno islámico en el país, para lo que se llevaron a cabo las consultas necesarias. Al final de la reunión, el presidente del Emirato Islámico se dirigió a los miembros del Consejo”. De lo que dijo, no comenta nada, sino que “dio instrucciones completas y les hizo conscientes de sus responsabilidades”.

Esto del buen trato a las personas es un asunto que está por ver ya que, mientras la información pudo salir de Afganistán con una mínima objetividad, las noticias eran las contrarias.

Los talibanes, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, van a dar, en especial en estos primeros meses (al menos de cara al exterior, otra cosa es lo que hagan en el interior de Afganistán) un perfil bajo para atraer ayudas económicas y no causar preocupación en occidente por las evidentes facilidades que va a obtener Al Qaeda, al disponer libremente de bases operativas.