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Las cinco claves de la crisis política austriaca

Kurz, investigado por corrupción, dimitió como canciller para evitar perder el próximo martes la moción de censura presentada por la oposición en bloque

El actual ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, sustituirá a Sebastian Kurz como canciller de austria
El actual ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, sustituirá a Sebastian Kurz como canciller de austriaLISI NIESNERREUTERS

A los 31 años, Sebastian Kurz se convirtió en 2017 en el jefe de Gobierno democrático más joven del mundo y desde este sábado vuelve a ser también el ex canciller austriaco más joven. Las acusaciones de corrupción tumban por segunda vez las ambiciones de un político que se afilió al conservador Partido Popular (ÖVP) a los 16 años y desde entonces no dejó de ascender hasta convertirse en su líder en 2017. Su decisión de permanecer como presidente del ÖVP y su portavoz parlamentario demuestran que Kurz aún no da la batalla por perdida.

1. ¿ Por qué ha estallado esta crisis política?

El anuncio de la Fiscalía Anticorrupción austriaca de que investigaba al canciller Sebastian kurz y a nueve de sus más estrechos colaboradores desencadenó el miércoles la crisis política. La Fiscalía acusa a Kurz de malversación y soborno por haber utilizado dinero público (alrededor de un millón de euros) para garantizar una cobertura mediática favorable para su partido, el conservador ÖVP, con la publicación de sondeos favorables en el diario sensacionalista “Österreich”.

El canciller, que ya estabajo investigación por prestar falso testimonio ante el Parlamento, defendió su inocencia y se negó a dimitir. Los onces ministro conservadores del Gobierno llegaron a firmar una carta en la que amenazaban con renunciar si Kurz no seguía estando al frente del Ejecutivo.

2. ¿Por qué dimitió por sorpresa Kurz?

El sábado Kurz tiró la toalla y anunció su dimisión para garantizar la estabilidad política del país en medio de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus. El líder popular aseguró que su marcha sería temporal y que volvería una vez que se demostrara su inocencia, lo que puede durar años. Sin embargo, Kurz se mantendrá como líder de partido y su portavoz en el Parlamento, por lo que ha sido acusado por la oposición socialdemócrata de mantenerse como “canciller en la sombra” mientras su actual ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, dirige en su nombre el Gobierno.

Lo cierto es que el líder conservador ha preferido dimitir para evitar perder la moción de censura que la oposición en bloque presentaría el próximo martes y que habría contado eventualmente con Los Verdes, socio menor de la actual coalición, si Kurz se mantenía en el cargo. Sería la segunda vez que el canciller más joven de la historia de Austria habría sido censurado por el Parlamento, tras la moción de 2019, cuando el escándalo «Ibizagate» derrumbó la coalición entre conservadores y ultraderechistas (FPÖ).

3. ¿Se convocarán nuevas elecciones?

El adelanto electoral es un escenario no deseado ni por el Gobierno ni por la oposición, ya que serían las terceras elecciones en solo cuatro años. Todas ellas, por cierto, por culpa de Kurz. En 2017, el ambicioso político rompió la Gran Coalición con los socialdemócratas del SPÖ tras hacerse con las riendas del Partido Conservador y transformarlo en la Lista Kurz, una máquina de ganar elecciones a imagen y semejanza de su líder. En 2019, el “Ibizagate” que derribó al vicecanciller, el ultraderechista Hans Christian Strache, precipitó un nuevo adelanto electoral.

En cambio ahora, tras la renuncia de Kurz como canciller, se cumple la condición dada por Los Verdes y su líder, Warner Rogler, para mantener la coalición con los conservadores hasta el final de la legislatura en 2023 y no sumarse a la oposición para convertir a la socialdemócrata Pamela Rendi-Wagner en nueva canciller. Con todo, dos años son demasiado tiempo en la volátil política austriaca actual, por lo que habrá que aguardar y estar atentos al calendario judicial de Kurz.

4. ¿Qué es el “Ibizagate”?

En mayo de 2019, en la recta final de la campaña de las elecciones europeas, el semanario alemán “Der Spiegel” publicó un vídeo con cámara oculta grabado en 2017 en el que el entonces vicecanciller, Hans Christian Strache, del populista FPÖ, se jactaba ante la supuesta hija de un oligarca ruso de que todos los partidos austriacos se financiaban ilegalmente y ofrecía contratos públicos a su interlocutora a cambio de inyectar fondos a su formación.

Por ahora, el único juzgado por el escándalo ha sido Strache, que fue condenado en agosto pasado a 15 meses de prisión suspendida por modificar una ley para ayudar a un donante de la extrema derecha a asegurar fondos públicos para su hospital privado. Sin embargo, las acusaciones vertidas en el vídeo provocaron que la Fiscalía abriera una investigación sobre la financiación ilegal de los partidos políticos que está salpicando a altos cargos de gobernante Partido Popular, entre ellos el ministro de Finanzas, Gernot Blümel, quien habría intercedido a favor de una empresa de juegos y casino a cambio de financiación para el ÖVP.

5. ¿Quién es Kurz?

Nacido en un barrio obrero de Viena en 1986, Kurz se interesó desde muy joven por la política. Con 17 años se afilió a las juventudes conservadoras, de las que se convirtió en presidente a los 23. Su desembarco en el ÖVP coincidió con el Gobierno de coalición entre los populares y la extrema derecha, una alianza que le llevó al poder en diciembre de 2017.

Kurz inició su ascenso como secretario de Estado de Integración, un primer puesto en el Gobierno que lo catapultaría dos años más tarde a dirigir la diplomacia austriaca. Se hizo con las riendas del ÖVP en 2017 imponiéndose a la vieja guardia. Cambió los estatutos para decidir personalmente cargos, candidaturas y estrategias. Un lavado de imagen que no respetó ni el color de las siglas.