Banda armada
Secuestrados 17 misioneros cristianos de Estados Unidos en Haití
Miembros de una banda armada en Puerto Príncipe han capturado a los religiosos y sus familias
Un grupo de 17 personas formado por misioneros cristianos estadounidenses y sus familiares, entre ellos tres niños, han sido secuestrados este sábado en la periferia de la capital haitiana, Puerto Príncipe, cuando se desplazaban desde un orfanato al aeropuerto para dejar a algunos miembros del grupo. El resto de cooperantes pretendían continuar su trabajo humanitario en Haití.
Una banda retiene a estos cooperantes. Por el momento, se desconoce si los secuestradores han pedido rescate. Un portavoz del gobierno estadounidense ha confirmado AFP el rapto de estos 17 voluntarios y sus familias: “El bienestar y la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una de nuestras principales prioridades en el Departamento de Estado. Conocemos esta información y no tenemos nada que agregar por el momento”. El grupo religioso Christian Aid Ministries también ha corroborado el secuestro adelantado por el New York Times. Pese a la enorme y creciente inseguridad en Haití, el diario neoyorkino asegura que las autoridades locales se mostraron sorprendidas y preocupadas. Los funcionarios de alto rango de EE.UU. que visitaron Haití hace pocos días prometieron más recursos para la Policía Nacional, incluidos 15 millones de dólares para ayudar a combatir la violencia de las pandillas.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este viernes por unanimidad una extensión de la misión política de la ONU en el país más pobre de América.
La inseguridad en Haití se ha recrudecido. El Centro de Análisis de Investigación en Derechos Humanos (CARDH), denuncia que Haití ha registrado un aumento “exponencial” de los secuestros en los últimos dos meses. Los 117 casos en septiembre suponen un 60 % más que en agosto. Las pandillas concedieron una breve tregua de dos semanas en los secuestros entre el asesinato del presidente Jovenel Moïse, perpetrado la madrugada 7 de julio en su residencia, y su entierro el 23 de julio. Después continuaron su actividad, como señala un informe de la oficina de la ONU en Haití remitido al Consejo de Seguridad. Los grupos criminales utilizan los secuestros para financiarse. Suelen pedir rescates de cuantías muy dispares: entre pocos cientos de dólares hasta más de un millón. Los raptos afectan a personas de cualquier índole social y, en muchos casos, no están planificados.
El poder de las mafias haitianas se enfrenta con unas instituciones débiles. Las autoridades tuvieron que negociar una nueva tregua con las bandas en agosto para permitir el paso de los convoyes humanitarios destinados a atender las zonas afectadas por el devastador terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter del 14 de agosto en el que se lamentaron al menos 2.248 muertos, 329 desaparecidos, más de 12.000 heridos y 52.923 casas destruidas. A inicios de junio, los enfrentamientos entre las bandas por el control de territorios provocaron el desplazamiento de cerca de 19.000 personas en Puerto Príncipe, ocasionaron cortes de carreteras y dificultades en el suministro de bienes hacia algunas regiones del país. Los trabajadores del sector del transporte público de Haití han convocado para hoy lunes una huelga indefinida en protesta por la inseguridad que vive el país que ha provocado el asesinato de varios conductores. La ONG Acción Contra el Hambre alerta de que más de 4 millones de los 11,4 millones de haitianos dependen de la asistencia humanitaria para comer o satisfacer sus necesidades básicas. Diversos actores en Haití han pedido a EE.UU. enviar tropas para ayudar a calmar una nueva ola de inseguridad, publica el New York Times. Por ahora, el presidente Biden ha descartado esta posibilidad.
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