El Estado Islámico tiende una emboscada en Irak a un grupo de chiíes y causa 35 víctimas

El Estado Islámico ha reivindicado una emboscada, un ataque secuencial, contra militantes chiíes en Irak en la que habrían muerto o resultado heridas 35 personas. La acción criminal la realizaron en distintas fases hasta lograr sus objetivos, según informa la agencia Amaq, perteneciente a la banda yihadista.

Primero, capturaron y mataron a seis chiítas “involucrados en crímenes anteriores contra musulmanes, mientras se encontraban cerca de un campo agrícola en la aldea de Al-Rashad en el distrito de Muqdadiya, en Diyala”.

En segundo lugar, los terroristas se pusieron en contacto con los familiares de los chiíes asesinados y “les dijeron que vinieran a recuperar los cuerpos de sus muertos. A continuación, se escondieron, se tumbaron en el suelo, a la espera de que aparecieran los refuerzos para controlar la zona”.

En tercer lugar, cuando aparecieron dos vehículos ocupados por unos 10 militantes chiitas. “los combatientes del Estado Islámico dispararon sus armas, matándolos y dañando los dos vehículos. Luego, siguieron atacando a cualquiera que intentara acercarse a los cadáveres. Utilizaron ametralladoras y granadas de mano”.

Amaq añade que “el ataque provocó la muerte de más de 15 soldados chiíes y heridas a unos 20 más, mientras que los combatientes se retiraron de la zona de forma segura”.

El influyente clérigo chií y ganador de las pasadas elecciones en el país, Muqdata al Sadr, afirmó en su cuenta de Twitter que la población de Miqdadiyah está “devastada por el terrorismo en medio del conflicto político” y que no se debería pasar por alto “el terrorismo” que sigue en Irak.

Este ataque se trata de uno de los más mortíferos desde julio, cuando el Estado Islámico reivindicó un atentado que dejó al menos 25 muertos y 60 heridos en un mercado de un barrio de mayoría chií de Bagdad, un día antes de la gran fiesta de Aíd al Adha o del sacrificio.