Coronavirus
¿Qué está pasando en Alemania? Cifras récord de contagios, la covid-19 descontrolada y vuelta a las restricciones
El país germano ha notificado 48.640 casos positivos, segunda cifra más alta de toda la pandemia solo un día después de que, por primera vez, se superara la barrera de las 50.000 infecciones
Alemania ha notificado 48.640 casos positivos de coronavirus y 191 muertos en las últimas 24 horas, con lo que las cifras totales ascienden a 4.942.890 y 97.389, respectivamente, según ha informado el Instituto Robert Koch, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas alemán.
Esta cifra se sitúa como la segunda cifra más alta de toda la pandemia después de que, tan solo un día antes, se batiera el número más alto de personas infectadas por covid-19, con un total de 50.196 casos, superando la barrera de los 50.000 por primera vez desde que estallara la epidemia en marzo de 2020. El organismo ha confirmado además que la incidencia acumulada durante la última semana sigue al alza, con un quinto día consecutivo por encima de los 200 casos cada 100.000 habitantes y un nuevo récord al alcanzar los 263,7 casos cada 100.000 habitantes.
En algunos distritos hay tantas nuevas infecciones que las clínicas y especialmente las unidades de cuidados intensivos están al límite de su capacidad, tal y como ha recogido la agencia alemana de noticias DPA. El presidente de la Asociación de Autoridades Locales alemanas (DLT), Reinhard Sager, pidió a la industria de catering y eventos que verifique más estrictamente si los clientes están vacunados o si recientemente se han recuperado de la enfermedad.
Casi un 70% de la población (69,9%, algo más de 58 millones de personas) ha recibido al menos una dosis y el 67,4% están completamente inmunizados (56,1 millones de personas). Pero esto no ha hecho posible que la pandemia se vuelva a ir de las manos en el territorio germano, y más comparando sus datos con las de otros países como Portugal (88% con la pauta completa) o España (81% complemente inmunizados). Llama la atención puesto que Alemania es uno de los países más desarrollados y con mayor acceso a vacunas donde hay menos ciudadanos inoculados con respecto a varios de sus vecinos.
Los antivacunas se acumulan
Mientras el 2020 era el año del virus, el 2021 es el año de las vacunas. Asimismo, mientras que el pasado año encontrábamos negacionistas, este año, además, también estamos hallando antivacunas. Los casos notificados suponen más del doble de los que se han anunciado en España, Italia o Francia. Este último ha sido nombrado desde hace años, por las encuestas, como el país más escéptico, pero Alemania va más allá.
Mientras tres de cada cuatro franceses se ha terminado vacunando (niveles todavía inferiores a España y similares a Reino Unido), una encuesta de la universidad de Erfurt establece que ocho de cada diez alemanes no vacunados aseguran que primero quieren sopesar riesgos y beneficios, aunque mantienen su idea de que lo primero pesa más en la balanza que lo segundo, el 41% cree que la vacunación es innecesaria, así como que la pandemia se terminará pasando, no todo el mundo estará vacunado y se podrá vivir como en periodos prepandémicos. Datos que se relacionan con el mensaje populista y negacionista de la fuerza extremista Alternativa para Alemania, puesto que la mitad de los encuestados que no se habían vacunado, casualmente, habían votado a este partido.
El probable nuevo canciller de Alemania, el líder del SPD Olaf Scholz, pidiera que los centros de vacunación deban reabrirse en todo el país, al tiempo que las autoridades urgen a más ciudadanos a vacunarse, dada la preocupante situación sanitaria. “El virus todavía está entre nosotros y amenaza la salud de los ciudadanos”, dijo Scholz, ministro de Finanzas, candidato a canciller de los socialdemócratas y ganador de las elecciones del pasado mes de septiembre. Por su parte, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, ya ha declarado que su país vive en una “pandemia de no vacunados”.
El jefe del Instituto Robert Koch, Lothar Wieler, ha reclamado este mismo viernes a los ciudadanos alemanes a limitar sus contactos sociales para frenar la drástica propagación del coronavirus. “La cuarta ola nos golpea con toda su fuerza”, ha dicho. Wieler ha argumentado que, si no se aplican medidas adicionales, la situación será la misma en toda Alemania. “El tiempo apremia”, ha resaltado, antes de explicar que de los más de 50.000 nuevos contagios registrados el jueves cabe esperar que unos 3.000 deban ser tratados en un hospital y aproximadamente unos 200 mueran.
Nuevas restricciones
El Gobierno de la canciller, Angela Merkel, se encuentra en funciones tras las últimas elecciones y se ha mostrado reacio a poner en marcha políticas de gran alcance, mientras que las conversaciones para intentar ensamblar una coalición no parecen estar cerca de lograr un acuerdo. Está previsto que los ministros principales de los estados federados se reúnan el 18 de noviembre para abordar la posibilidad de imponer nuevas medidas para combatir el avance del virus si la situación epidemiológica no mejora.
Berlín prohibirá la entrada a sitios de ocio a las personas no vacunadas. La capital tomará medidas por su propia cuenta mediante un sistema conocido como “2G”, según anunció el Senado de la ciudad en un comunicado. De este modo, a partir del próximo lunes, solo aquellos que estén completamente vacunados o tengan un certificado de recuperación reciente del virus podrán acceder a una lista de lugares, en la que se destacan las instalaciones de ocio y entretenimiento como restaurantes, salas de belleza, gimnasios y bares, tal que los teatros, museos y cualquier evento al aire libre que supere un aforo de 2.000 visitantes, como partidos de fútbol, también estarán fuera del alcance de los adultos no inmunizados.
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