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“Ghosting” de una marca cosmética de culto a las redes sociales

Lush elimina sus cuentas en Instagram, TikTok, Facebook y Snapchat tras el demoledor informe interno

Bombas de baño marca Lush
Bombas de baño marca LushReuters

Las consecuencias del informe interno de Facebook publicado hace dos meses por «The Wall Street Journal» apenas han comenzado y ya amenazan con convertirse en tendencia. Esta semana ha sido la firma internacional de cosmética Lush, con enorme predicamento entre jóvenes y adolescentes, la que ha anunciado que se marcha de todas las redes sociales por considerarlas «tóxicas» para su público. Hoy, Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, será el último que se pueda acceder a sus cuentas en Instagram, Facebook, TikTok, Snapchat y WhatsApp.

Este «ghosting» será reversible si los que manejan los hilos en la empresa de Mark Zuckerberg hacen examen de conciencia y modifican los algoritmos que mantienen esclavizados y tristes a tantos millones de personas. Según el director digital de la empresa, Jack Constantine, el concepto de la marca, «dedicada a crear bienestar y autocuidado», choca con la filosofía de las redes, «diseñadas para mantener a las personas enganchadas durante el mayor tiempo posible, con algoritmos creados para evitar que desconecten y se relajen». Esta firma, inventora de las bombas de baño tan populares también en España, ya intentó un boicot parecido y tuvo que regresar con las orejas gachas. Esta vez, sin embargo, afirman que están decididos a seguir adelante cueste lo que cueste y solo mantendrán Twitter y Youtube como principales canales virtuales de comunicación con sus clientes.

El demoledor informe interno de Facebook, al que tuvo acceso «TWSJ», dejaba claro que la compañía era conocedora de sus efectos devastadores en la autoestima de su audiencia más joven. La investigación interna concluía que Instagram es nociva para sus usuarios, sobre todo para las adolescentes. «Un 32% de chicas dicen que cuando se sienten mal con su cuerpo, esta red les hace sentir peor», detalla el citado documento. También tomaba como una certeza que «las comparaciones con lo que ven en Instagram pueden alterar el modo en que las jóvenes se perciben y describen a sí mismas».

Lush tiene tiendas en todo el mundo, también en España
Lush tiene tiendas en todo el mundo, también en EspañaReutersLa Razon

Según la psicóloga Consuelo Tomás, «la salud mental se está viendo seriamente afectada debido a un uso desmesurado y sin control». Depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, insomnio, descenso del rendimiento escolar... La lista de patologías y malestares diversos que puede provocar este enganche es larga. La directora del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas cree que hay que prestar mucha atención «al uso que hacemos de las redes sociales, tiempo que dedicamos y, sobre todo, en el caso de los menores, que los padres conozcan sus intereses e inquietudes favoreciendo la comunicación en el seno de la familia y advirtiéndoles de las consecuencias de “subir” fotos o comentarios que pueden ser perjudiciales».

Lo cierto es que estas consecuencias tan destructivas eran un secreto a voces, pero el hecho de que la propia compañía las asuma como daños colaterales en su escalada de beneficios económicos ha levantado ampollas en todo el mundo. No es descartable pues que el golpe en la mesa de Lush sea solo el principio de una tendencia. Que las marcas, ante la evidente falta de control de los dueños de las redes sociales, sean las que tomen el mando para que, de una vez por todas, se dicte una regulación que proteja a los más vulnerables.