Opinión

El bono de la realeza británica

Los Windsor, como la Liga de fútbol británica, se venden solos

Una mujer hace fotografías a las flores en recuerdo a la reina Isabel II, en el Buckingham Palace, a 9 de septiembre de 2022, en Londres (Reino Unido).
Una mujer hace fotografías a las flores en recuerdo a la reina Isabel II, en el Buckingham Palace, a 9 de septiembre de 2022, en Londres (Reino Unido).Elisa BermúdezEuropa Press

Parte de los medios de información del planeta ha entrado en trance con la muerte de la reina británica. No hace falta que el gobierno de Londres monte campañas de imagen alrededor de los miembros de su realeza. Una coincidencia del fallecimiento simultáneo de monarcas de otros dos países unida a la muerte del presidente americano, es decir, del hombre más poderoso del mundo, tendría quizás menos eco.

Los Windsor, como la Liga de fútbol británica, se venden solos. Aquí necesitamos que el Madrid gane 14 copas de Europa, que en los mismos años deslumbren Ronaldo y Messi para que soñemos en competir con la liga inglesa. Yo creo que acabaremos un poco estragados pero durante fechas vamos absorber que el protocolo de la prolongada ceremonia de los funerales ha sido elaborado durante años y es ejemplar.

Ensimismamiento británico

Comentaremos detalles tan vitales como que los periodistas de la BBC van de negro, que se ha prohibido la caza durante días y cómo son los uniformes que vestirán los príncipes nietos de la reina. Detalles trascendentales en las fechas en que nos suben la hipoteca y auguramos un invierno con la calefacción bajita y con problemas para llenar el depósito del coche. El arrobo, el ensimismamiento es normal en muchos británicos, un periódico londinense titulaba “Tenemos roto el corazón “, pero aquí nos pasamos un par de pueblos.

Allí la reina, esta reina es venerada, se lo ha ganado a pulso con su sentido del deber, su abnegación y su dedicación al fortalecimiento de la Corona como aglutinante de los británicos en años de claro declive político, y hasta económico, y en fechas en que el movimiento separatista acecha en Escocia. Esos esfuerzos de la fallecida han calado. Allí, donde también hay republicanos izquierdófilos, nadie haría un comentario insultante hacia la reina y si un secretario de estado como el señor de Santiago, al que mantiene el contribuyente, dijera cualquier bestialidad como la de que no le importaría darse una vuelta por Zarzuela y rebanarle el cuello al Borbón, sería cesado esa tarde o como mínimo vería la tarjeta amarilla precursora de la roja.

Tuits de separatistas

Claro está que allí no gobierna el inefable Sánchez que pasa parte de su tiempo mirando para otra parte cuando se profieren o hacen tropelías. Baste recordar que la primera ministra de Escocía, la separatista Sturgeon ha tuiteado un mensaje muy cariño despidiendo a Isabel II. Aquí somos diferentes. No veo a Torra, Aragonés o Puigdemont haciendo gesto parecido. Tampoco al portavoz vasco.

La desparecida Isabel ha desempeñado brillantemente su papel, con algún lunar como cuando murió su nuera Lady Di. Tony Blair hubo de sacarla de su fría torre de marfil recordándole que la popularidad de Diana era tal, a pesar de sus devaneos, ahora era ella la que ligaba con algún distinguido musulmán, que el rechazo popular podía afectar a La Corona.

Influencia en el Brexit

Reconocidos los méritos de Isabel, acrecentados por la longitud de su reinado, cabe preguntarse si ha tenido impacto en la política de su país o en la mundial dados los comentarios elogiosamente desmadrados que afloran. No demasiado. ¿Qué influencia ha podido tener en la decisión del Brexit, en la guerra de las Malvinas, en la crisis de Suez o en la actual política migratoria de Londres? Escasa, por no decir ninguna.

Tomemos el tema de la Commonwealth dado que es repetido por los comentaristas. La reina que sigue siendo la Jefa de Estado de unos 15 país y que preside la Commonwealth que debe agrupar a 30 se ha preocupado de que los lazos entre esas naciones y Londres no se deshilachen. Concedido. Pero, ¿actúan conjuntamente en la esfera internacional gracias a los esfuerzos del monarca inglés de turno? Hace tiempo que no.

Lazos comerciales

Pensemos en la guerra de Ucrania, los países de ese grupo que han seguido los deseos de sancionar a Rusia que preconiza el gobierno de Londres han sido solo un pequeño puñado. Remontemos al problema de Oriente Medio. ¿Votan los de esa alianza en la ONU secundando a Londres? Muy raramente. Lazos comerciales los hay, sin la intervención de la soberana, acoplamiento político muy reducido. Los testimonio de dolor mundiales han sido abundantes. A la avalancha de los países occidentales siguieron más tarde los telegramas de Putin y el presidente chino que debieron rumiar su redacción.

En África, donde lo británico cala por el pasado colonial, ha habido frases cariñosas de numerosos dirigentes de Kenia, Sudáfrica etc...En esos países, no obstante, han brotado dimensiones.

En Kenia, por ejemplo, varios comentaristas recuerdan que ya en el reinado de Isabel, los británicos causaron más de 100.000 muertos entre los rebeldes de ese país que querían la independencia en los años cincuenta. Los dirigentes, con todo, han dado una lección a los López Obrador del mundo. Han pasado página y subrayado que Isabel era una monarca irrepetible.

*Inocencio F. Arias es representante permanente de España en Naciones Unidas y fue subsecretario de Asuntos Exteriores