25 años. Es el primer político de la llamada “Generación Z” que entra en el Congreso de Estados Unidos. Maxwell Alejandro Frost, del Partido Demócrata, ha logrado el 59% de los votos de su distrito en Orlando, en el Estado de Florida.

Frost nació en enero de 1997 y ha derrotado a su rival republicano, Calvin Wimbish, por más de 20 puntos porcentuales. Wimbish, de 72 años y ex boina verde, se definía a sí mismo como “cristiano, conservador y constitucionalista”.

La “Generación Z” comprende a los nacidos entre 1990 y 2010.

Así, Frost se convertirá en el miembro de la Cámara de Representantes más joven en sentarse en uno 435 asientos. Es más, la edad mínima para poder aspirar a un escaño es justo su edad, 25 años.

“¡Ganamos!”, celebró Frost en sus redes sociales. “Esta noche se ha hecho historia. Hicimos historia para los floridanos, para la ‘generación Z’ y para todos los que creen que merecemos un futuro mejor”. El demócrata reconoció que estaba más “que agradecido por la oportunidad de representar a mi hogar en el Congreso de Estados Unidos”.

Durante la campaña, el joven político, insistió en que no se le infravalorara por su edad. De origen cubano, Frost ha defendido una agenda totalmente progresista. Las claves de su victoria es que comparte muchas de las preocupaciones con su generación y la juventud de Florida: el cambio climático, el acceso tan laxo a las armas, los derechos de la comunidad LGTBI... Así como uno de los asuntos que han formado parte de la mayoría de los candidatos demócratas en estas elecciones de medio mandato: la defensa del derecho al aborto.

Muy contrario a la tenencia de armas que tantos tiroteos múltiples con víctimas generan en Estados Unidos, Frost es uno de los organizadores de la protesta “March for Our Lives”. Este movimiento ha celebrado más de 450 marchas durante 2022 y gracias a la presión ejercida se han aprobado más de 20 leyes estatales y la primera legislación federal sobre prevención de la violencia con armas de fuego en los últimos 30 años. Con todo, la tenencia de armas es un derecho casi consagrado en Estados Unidos.