Guerra en Europa
400 días de fuego y furia en Ucrania
Tras la llegada de los tanques modernos europeos, Ucrania alerta de que una reducción de la ayuda de EE UU tras las elecciones de 2024 daría la victoria a Rusia
Ucrania ha estado luchando con éxito para repeler a un Ejército ruso mucho más grande durante 400 días, pero sus líderes entienden que una contraofensiva exitosa debe ocurrir pronto mientras el país cuenta con el respaldo de sus aliados extranjeros, y especialmente de EE UU. Ucrania es consciente de una posible caída en el apoyo internacional, que puede seguir a las impredecibles elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, indicó a AP el presidente Volodimir Zelenski mientras continuaba su recorrido en tren por la línea del frente en Ucrania.
«EE UU realmente entiende que si deja de ayudarnos, no ganaremos», indicó al tiempo que reconoció que esto puede cambiar si llega al poder Donald Trump u otro candidato republicano, como Ron Desantis quien calificó recientemente la invasión de Rusia como «una disputa territorial», antes de dar marcha atrás. Zelenski, que ya tuvo que lidiar con Trump antes de encontrar un aliado frente a Joe Biden, no ha mencionado personalidades. Comentó sobre la batalla de Bajmut, donde la situación de las tropas ucranianas se ha ido deteriorando de manera constante pero lenta, y dijo que la victoria rusa allí podría ser peligrosa en este momento para Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, «vendería esta victoria a Occidente, a su sociedad, a China, a Irán», dijo Zelenski. Al líder ucraniano también le preocupa que pueda influir en el estado de ánimo de la sociedad ucraniana. A pesar de permanecer firmes en la necesidad de protegerse contra la invasión y liberar todos los territorios ocupados por Rusia, los ucranianos pueden sentirse cansados si no ven ningún progreso en el campo de batalla, pareció sugerir el mandatario. Sin embargo, Zelenski también subrayó que hasta ahora no ha sentido ninguna presión en este sentido.
Dado que la «ofensiva de invierno» rusa no logró ningún objetivo significativo además de capturar la mayor parte de Bajmut, las conversaciones sobre la posible respuesta ucraniana han aumentado recientemente, comenzando a recordar la situación al verano pasado cuando Ucrania anunció que recuperaría Jersón después de meses sangrientos en la defensa de Severodonetsk y Lysychansk.
Aparecen cada vez más declaraciones abiertas de los políticos de Ucrania sobre la contraofensiva, pero es probable que todas sean parte de los juegos mentales que el país invadido juega con su oponente para tratar de confundirlo y ocultar sus verdaderas intenciones. A diferencia del verano pasado, la línea del frente es significativamente más corta ahora y Rusia tiene muchas más tropas protegiéndola, así como algunas fortificaciones importantes construidas en el este y el sur de Ucrania. Sería mucho más difícil llevar a cabo un ataque sorpresa del tipo que le costó a Rusia miles de soldados y cientos de piezas de equipo en Járkiv en septiembre. A diferencia de entonces, Kyiv ahora puede presumir de una mayor cantidad de armamento pesado, lo que podría darle un «puño de hierro» muy necesario para romper las defensas rusas mientras intenta que haya el menor número de bajas posibles.
A principios de esta semana, Ucrania finalmente recibió 18 tanques Leopard 2 prometidos de Alemania, así como lotes más pequeños de carros de combate de países como Reino Unido y Portugal. Su ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, también publicó un vídeo de los transportes blindados británicos y estadounidenses, que podrían desempeñar un papel decisivo en cualquier avance ucraniano.
Los analistas dicen que es probable que la ofensiva suceda en los próximos meses, a medida que el clima se vuelve más favorable y es probable que Ucrania alcance el pico en las entregas de armas de sus socios. Reznikov aseguró que se consideran varias direcciones para la ofensiva y que puede ocurrir en abril o mayo. Sin embargo, Zelenski advirtió el fin de semana que Ucrania no podría iniciar la contraofensiva mientras no tuviera suficientes proyectiles de artillería. Ucrania ha estado disparando aproximadamente tres veces menos proyectiles todos los días que Rusia, ya que tiene que utilizar las existencias disponibles con mucha moderación mientras sus socios trabajan para aumentar la producción o las compras.
Los analistas también señalan que Ucrania se beneficiaría de los misiles ATACMS de mayor alcance que extenderían el alcance de sus ataques precisos hasta 150 km desde los 80 km actuales. Los ataques de HIMARS fueron cruciales para interrumpir la logística de Rusia y preparar el terreno para las exitosas ofensivas de Járkiv y Jersón en 2022. Hasta ahora, EE UU se ha negado a proporcionar los ATACMS, pero Ucrania continúa atacando importantes centros militares y logísticos en Crimea y otros territorios ocupados por Rusia con drones y otras armas para debilitar sus defensas.
Pase lo que pase después, es probable que la guerra no termine pronto ya que Moscú sigue empeñado en «lograr todos los objetivos de la operación militar especial», en palabras de Dimitri Peskov, el portavoz del Kremlin. Si bien Putin ha reconocido que las sanciones internacionales tendrán «efectos negativos» a medio plazo, espera que la economía pueda capear la tormenta gracias a China e Irán.
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