Inmigración

Alemania refuerza sus fronteras con Polonia y República Checa

La preocupación por el aumento de los solicitantes de asilo en un 78% da oxígeno a la ultraderecha

El canciller alemán está bajo presión por la inmigración
El canciller alemán está bajo presión por la inmigraciónCLEMENS BILANEFE/EPA

«¿Podremos hacerlo de nuevo?», titula la revista «Der Spiegel» junto a una foto en la que se ve a una caravana aparentemente interminable de personas que huyen de algún lugar. La foto es otra pero no resulta extraña a la que ilustró en su momento los movimientos de refugiados que se dieron desde 2015. Mucho ha cambiado la sociedad germana desde entonces. La de hoy, abrumada por los altos índices de la inflación o la incertidumbre de la invasión de Ucrania, se pregunta si las autoridades deberían ser más restrictivas en materia de asilo e inmigración. La historia se repite y cada vez más refugiados quieren llegar a Alemania. Desde principios de año se han presentado más de 200.000 solicitudes de asilo, un 78% más que en 2022. «Ya no podemos más», dijo recientemente el político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Jens Spahn. Al mismo tiempo, y en lo que algunos medios titularon como la «encuesta del ‘shock’», el partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) se sitúa en un 23% a nivel nacional, lo que viene a decir que si este domingo hubiera elecciones federales, casi uno de cada cuatro votantes votaría por la extrema derecha. En el estado federado de Sajonia se llegaría a más de un tercio.

Muchos alemanes ya no confían en los partidos tradicionales para controlar la crisis. Se han alcanzado los límites de la resiliencia,

especialmente en las pequeñas ciudades. Las formaciones mayoritarias todavía dudan demasiado en nombrar a los problemas y mucho menos en ofrecer soluciones. Por de pronto, el Ejecutivo germano decidió ayer imponer controles estacionarios en las fronteras de Alemania con Polonia y la República Checa en un intento de frenar la afluencia de solicitantes de asilo. Según la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, con estos controles se quiere garantizar «el menor impacto posible» en los viajeros y el tráfico de mercancías, aunque, según la Policía federal, serán «ineficaces», ya que los contrabandistas simplemente los evitarán. La decisión llega poco después de que el Ejecutivo alemán acusara a Varsovia de enviar de forma ilegal hacia Alemania a más de 250.000 migrantes mediante.

un sistema de sobornos con las visas, que, según el Ejecutivo de Berlín sería una de las causas del aumento de la llegada de migrantes. Ahora, con estos controles, se revisarán periódicamente las fronteras nacionales con Alemania, a través del carné de identidad y, a veces, mediante controles más exhaustivos. Contrariamente a las exigencias de la oposición, Faeser sigue renunciando a controles permanentes en los pasos fronterizos. El lunes, un portavoz del Ministerio anunció que en las conversaciones con las partes polaca y checa también se examinarán opciones para registros fronterizos conjuntos a ambos lados de la frontera.

Desde hace unos meses, muchos solicitantes de asilo llegan a Alemania. En los primeros ocho meses de este año, 204.461 personas pidieron asilo por primera vez. A modo de comparación: en todo el año 2022 hubo 217.774 peticiones. Desde el comienzo de la invasión rusa, más de un millón de refugiados de guerra ucranianos han sido admitidos en Alemania lo que, entre otras causas, ha reducido el número de viviendas por todo el país. Además, en algunas ciudades, la atención sanitaria se ha visto mermada considerablemente, así como el número de plazas en las escuelas y guarderías. En algunos lugares, los residentes se resisten incluso a la idea de alojar a solicitantes en su barrio.

A la hora de buscar soluciones, el primer ministro de Baviera, Markus Söder, ha defendido un «límite de integración» de 200.000 refugiados al año. Además, los solicitantes solo deberían recibir ayudas en especie. El líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), al igual que los liberales del FDP, también pidió que se ampliara la lista de los llamados países de origen seguros, incluyendo los Estados del Magreb o India. Por su parte, el líder de la CDU, Friedrich Merz, pidió un rumbo más duro en la política migratoria y renovó su oferta al canciller Olaf Scholz para resolver «juntos la crisis de los refugiados como primera parte de su pacto con Alemania».

Desde otoño de 2015 se realizan controles estacionarios en Baviera, en la frontera con Austria. Estos controles temporales deben informarse periódicamente a la Comisión Europea. Sin embargo y por regla general, quien solicita asilo en la frontera no puede ser rechazado inmediatamente, ni siquiera durante los controles fronterizos estacionales.