Defensa

Estados Unidos lleva el F-22 Raptor, el mejor caza de superioridad aérea, a apenas 450 kilómetros de la frontera con Ucrania

Más completo y poderoso que su hermano, el F-35, este caza de quinta generación estadounidense ha sido desplegado por Estados Unidos en Polonia.

Polonia se está convirtiendo, por su situación geográfico y por la apuesta decidida de sus gobernantes, en el epicentro de la lucha europea contra la invasión rusa de Ucrania, con quien comparte una gran frontera. Consciente del peligro de poder ser el siguiente país invadido si Putin mantuviese su ofensiva imperialista sobre Europa, ha decidido ser el punto de entrada de armamento al país vecino y canalizar la ayuda estadounidense.

En este sentido, el ministro de Defensa Nacional de Polonia, Mariusz Blaszczak, ha anunciado en Twitter la llegada de cazas F-22 Raptor estadounidenses a este país. Estos aviones trabajarán junto a la Fuerza Aérea de Polonia en apoyo al flanco oriental de la OTAN, igual que aviones de combate de otros países, como España, están estacionados en Letonia, Lituania o Bulgaria.

El 94º Escuadrón de Caza de la base aérea de Langley-Eustis, Virginia, ha desplegado los F-22 Raptor en Powidz, provincia de Wielkopolskie. Estos aviones reemplazarán a los F-15 del 48º Ala de Caza en su misión de rotación. Esta base se encuentra a unos 450 km de la frontera ucraniana, lo que convierte a estos F-22 en los más cercanos a Ucrania. Los F-22 ya estuvieron en Polonia en 2022, cuando en septiembre, un F-22 sobrevoló la península de Westerplatte. En agosto, aterrizaron en la base de Lask, donde también se encuentran alrededor de 300 representantes de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.

Sin embargo, los F-22 son un salto cualitativo y un claro aviso a Rusia de que Estados Unidos y sus aliados juegan con todo, porque, a efectos prácticos, el F-22 es lo más parecido a un F-35, si no mejor, un avión de quinta generación. Sigilo, velocidad, agilidad o conocimiento son algunas de las características que mejor define a los F-22 Raptor de Estados Unidos, que llegaron de la mano de Lockheed Martin para proporcionar un dominio aéreo sin precedentes a las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Su armamento o arquitectura lo convierten en uno de los mejores cazas de dominio aéreo del mundo.

No obstante, Washington anunció el pasado año que, dentro de un amplio paquete de transformación con cambios aplicados dentro del Presupuesto en Defensa de 2023, las fuerzas estadounidenses decidieron dar de baja parte de su flota de estos avanzados reactores furtivos. Una decisión que sorprende por el carácter y el tipo de aparato que se comienza a retirar.

De los 186 F-22 Raptor, EE UU dejará en tierra 33. La transformación y baja del material en uso estaría enmarcada dentro de la voluntad de contrarrestar la evolución de los diseños de aviones de combate que está materializando China, y el proceso trata de llevar a cabo una retirada total de este modelo en cuestión de unos diez años, aplicando el dinero que no se gasten en su sostenimiento al futuro NGAD (Next Generation Air Dominance), que contempla una familia de sistemas para seguir manteniendo el dominio del cielo.

Hasta esa fecha, EE UU tendrá en su equipo a estos aviones, que utilizaría en caso de una guerra a gran escala. El incremento de la tensión con Rusia, tras la invasión a Ucrania, y con el gigante asiático ha alertado a las fuentes de inteligencia por una posible contienda entre los países, así como el envío de armas a Kyiv.

Pero un estudio presentado por la Oficina General de Rendición de Cuentas (GAO) de Estados Unidos el pasado año presentaba una serie de conclusiones en las que relataba que de todos los F-22 Raptor disponibles (186, incluyendo los que se quedarían en tierra), solo 93 son actualmente efectivos en combate, es decir, la mitad.

El KC-135, el único fiable de la Fuerza Aérea de EE UU

El informe, nombrado como “Actions Needed to Address Persistent Sustainment Risks”, analizaba ocho aviones de la Fuerza Aérea y Armada, entre ellos bombarderos, cazas, aviones cisterna y de reconocimiento. Con una métrica, denominada “Tasas de capacidad de la misión”, se explicaba la salud del mantenimiento y las tasas de preparación de los aviones. Asimismo, se comparó los años 2015 a 2021 y se estableció un objetivo de preparación en términos porcentuales para su avión.

Los aviones analizados recibieron notas menos que estelares. Solo el KC-135 de la Fuerza Aérea tuvo un objetivo del 100% para todos los aviones cisterna. Además, fue el avión con mayor capacidad operativa del estudio.

Así pues, dos cazas importantes, el F-22 Raptor y el Super Hornet, tenían una puntuación de preparación inferior. Por ejemplo, en el caso de este último, solo unos 267 de los 530 cazas disponibles estaban listos para volar en condiciones de misión.

El elevado coste unitario del avión —356 millones de dólares de inversión total (2009) y 150 millones por la fabricación individual (2009)—,​ la falta de una clara misión aire-aire debido a los largos retrasos en los programas de cazas de quinta generación de Rusia, India y China, la prohibición estadounidense de exportar el Raptor a otros países, y el desarrollo del más económico y versátil F-35 Lightning II dieron lugar a los llamamientos de finalizar la producción del F-22.

El 21 de julio de 2009 el senado estadounidense votó a favor para detener la producción de aviones de combate F-22 Raptor. 58 senadores votaron a favor y 40 en contra, para detener la producción de otros siete F-22 Raptor cuya construcción demandaría la suma de 1.750 millones de dólares. El presidente Obama celebró la votación y comentó a la prensa que las Fuerzas Armadas estadounidenses no necesitan malgastar miles de millones de dólares de los contribuyentes en armamento obsoleto e innecesario.

El secretario de Defensa, Robert Gates, dijo que él y los altos mandos militares también se oponían a la fabricación de más aviones F-22 Raptor. «Son demasiado costosos e inadecuados para las prioridades militares de los Estados Unidos, por menos dinero se pueden construir aviones más nuevos y versátiles como el Lockheed Martin F-35 Lightning II», comentó Gates.

El F-22 Raptor se mantuvo en producción hasta completar la flota de 187 aviones.

En la actualidad no existe ninguna posibilidad de exportación para el F-22 porque su venta a otros países está impedida por la ley federal estadounidense.​ La mayoría de los actuales clientes de cazas estadounidenses están o adquiriendo diseños anteriores como los F-15, F-16 y F-18 o bien están a la espera de adquirir el nuevo F-35, que contiene tecnología procedente del F-22 pero que está diseñado para ser más barato, más flexible y disponible para la exportación desde el principio. El F-35 no es tan ágil como el F-22 y no volará tan alto ni tan velozmente, pero su radar y su equipo de aviónica son más avanzados.

Se trata de un caza de última generación que el ejército de EEUU estrenó en Siria. Es un caza monoplaza, es indetectable y letal. Según su fabricante Lockheed Martin, este es el único avión de combate capaz de desarrollar simultáneamente misiones aire-aire y aire-tierra. El F-22 puede portar una gran variedad de armas, incluyendo las llamadas bombas 'inteligentes' de 500 kilos. Con su velocidad y sus sistemas antidetección, es capaz de disparar bombas guiadas por láser a 25 kilómetros del blanco. También hace posible la identificación de objetivos antes de las misiones de lanzamiento de misiles de crucero.

Los motores duales del avión producen más empuje que cualquier motor de caza actual. Su sofisticado diseño, los avanzados controles de vuelo, la vectorización del empuje y la elevada relación empuje-peso proporcionan la capacidad de superar a todos los demás aviones actuales y proyectados.

Su fabricante, Lockheed Martin, está aprovechando las similitudes de quinta generación entre el F-22 y el F-35 para desarrollar capacidades de combate. Junto con la Fuerza Aérea, están enfocados en mantener la ventaja asimétrica del F-22 a través de la modernización y sostenimiento. Una de sus principales virtudes es un conectividad con otras plataformas. Las capacidades de transmisión de datos en el sistema Raptor Agile Capability Release (RACR) permitirá el intercambio bidireccional de mensajes de la serie J entre el F-22 y otras aeronaves, incluido el F-35. La futura modernización del F-22 se centrará en mejoras de sensor, enlace de datos y capacidad de supervivencia en un entorno de amenazas en evolución.

Igualmente, Lockheed Martin trabaja para dar vida a Digital Trinity a través de un software ágil, arquitecturas de sistemas abiertos y enfoques de ingeniería digital. De hecho, el F-22 ha integrado la primera arquitectura de sistema abierto en un avión de combate.

Entre sus características principales, tiene una longitud de 18,9 metros, una altura de 5,08 y una envergadura de 13,56, con una superficie de sus alas de 78 metros cuadrados.