Geopolítica
Así "rodea" Estados Unidos a China en el Pacífico: cerca de 160 bases militares, casi 100.000 soldados y la Séptima Flota
Washington ha ido construyendo desde el final de la II Guerra Mundial un anillo militar frente a la costa china en el Pacífico en Japón, Corea del Sur, Filipinas o Singapur.
China y Estados Unidos tienen claro que, más allá de lo que ocurra en Ucrania con Rusia, en el futuro serán ambos países las dos grandes potencias militares mundiales y, por eso, no se quitan el ojo de encima, habiéndose convertido la isla de Taiwan en el principal punto de fricción actualmente, algo así como un ensayo de lo que podrían llegar a esa conflictos de más envergadura.
Pero a pesar del potencial chino, fundamentalmente por su poderío económico y, sobre todo, demográfico, Estados Unidos lleva décadas de ventajas sobre Pekín pues, desde el final de la Segunda Guerra Mundial Washington ha ido salpicando toda la zona del Pacífico de bases militares con decenas de miles de soldados estadounidenses repartidos frente a las costas de China.
¿Dónde están esas bases?
En Corea del Sur Estados Unidos mantiene 30 bases militares con entre 25.000 y 30.000 soldados acuartelados, mientras en Japón el número asciende a 57.300 en 120 bases, de las que 24.000 están en la isla principal japonesa y el resto repartidos por las pequeñas islas niponas situadas frente a la costa china, sobre todo en la de Okinawa, conocida como la "piedra angular del Pacífico". En total, solo en esta isla hay 32 instalaciones, destacando la Base Aérea de Kadena, sede del Ala 18 de USAF, el Grupo de Operaciones Especiales 353, unidades de reconocimiento, el primer Regimiento de Artillería de Defensa Aérea y muchas otras unidades. En total, más de 20.000 militares estadounidenses, familiares y empleados japoneses viven o trabajan en esta instalación militar, la base de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos más grande y activa en Asia Oriental. En total, unas 18.000 hectáreas, el 8,1% de la isla.
Todas estas bases existen tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, que quedó prácticamente bajo la tutela de Washington como potencia vencedora, y, posteriormente, tras la guerra de Corea, gracias a los acuerdos firmados con el Gobierno de Seúl para mantener a raya tanto al belicoso vecino del norte como a la propia China.
No podemos olvidar tampoco la base militar de Guam, una isla en el Pacífico que oficialmente es parte de Estados Unidos, pero solo como territorio no incorporado, es decir, que está bajo soberanía estadounidense, pero no formar parte del territorio nacional del país. Los habitantes de Guam son ciudados estadounidenses pero con derechos restringidos, como no poder votar en las elecciones presidenciales. Un tercio de la isla está ocupada por instalaciones militares de Estados Unidos, que se empezaron a construir en 1944, tras la toma de la isla en la Batalla del Pacífico ante Japón, siendo a día de hoy uno de los principales puntos de apoyo para realizar operaciones en el Pacífico Sur. Allí se sitúa la base Andersen, de la Fuerza Aérea, y la base Naval Guam, de la Marina, utilizadas por Estados Unidos con un armamento que cuenta, entre otras cosas, con tres submarinos de propulsión nuclear y un barco para logística y tareas de abastecimiento. Se calcula que unos 6.000 soldados están estacionados en estas bases.
A estas habría que sumar las cinco bases que tiene en Filipinas, a las que se unirán en el futuro otras cuatro en este país para almacenar y suministrar equipamiento después de que ambos gobiernos llegaran a un acuerdo en febrero de este mismo año. Estas bases son las de Camilo Osias (Sta Ana) y el aeropuerto de Lal-lo en Gagayan, Camp Melchor Dela Cruz en Gamu (Isabela) y en la isla de Balabac (Palawan). Las bases en Gagayan, en la parte más septentrional del país, se sitúan a menos de 400 kilómetros de Taiwán, mientras que Isabela se encuentra en el noroeste y las bases de Palawan están cerca de las islas e islotes que Manila y Pekín se disputan en el mar de China Meridional.
Por último, cabe destacar la presencia militar en Singapur, otro de los socios más fiables de Estados Unidos en la zona, en esta zona en el Mar de la China Meridional, donde también hay presencia militar norteamericana. Así, la Marina de EE. UU. mantiene una unidad de comando logístico, el Grupo de Logística del Pacífico Occidental, en Singapur y lleva a cabo implementaciones rotativas continuas de buques de combate litoral y aeronaves P-8 Poseidon. Estos despliegues han facilitado las patrullas en el Mar de China Meridional, la participación en ejercicios navales multilaterales y las respuestas a los desastres naturales.
Todas estas tropas, junto a algunas otras con base en California o Hawaii, por ejemplo, forman parte del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, un comando unificado de las Fuerzas Armadas de este país, encabezado por un comandante, que es la suprema autoridad mlitar de las diferentes ramas de las fuerzas armadas estadounidenses que prestan servicio en la zona de responsabilidad de este comando. Está incluida dentro de este comando la Flota del Pacífico, con base en Pearl Harbor, y, a su vez, y dependiente de ésta, la Séptima Flota, una de las cinco que la Armada de Estados Unidos tiene en activo, con base en Yokosuka, en Japón, en la que se integran el portaaviones USS George Washington y su 5ª Ala Aérea Embarcada, el buque anfibio USS Blue Ridge y nueve destructores. En otras de las bases de Estados Unidos en la zona hay otros cuatro buques anfibios, cuatro dragaminas, un buque nodriza de submarinos y tres submarinos. También está integrada en la Flota del Pacífico la III Fuerza Expedicionaria de Marines con base en Okinawa, el mando de las fuerzas navales en Corea o la Task Force 72, compuesta por aviones de guerra antisubmarina (ASW), P-3 Orión y aviones de reconocimiento EP-3.
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