Esta ha sido la marca de Trump, una política de mano dura contra aliados en varios niveles. Así lo dejó ver en su mitin en Michigan para celebrar el día 100 de su segundo mandato, con un discurso que recordaba a la campaña.

Trump habló durante casi una hora y media, afirmó falsamente haber ganado las elecciones presidenciales de 2020, bailó al ritmo de "YMCA" y saludó a los seguidores habituales que han asistido a sus mítines durante años.

Aunque el acto del martes por la noche se había anunciado como una celebración de sus logros en los primeros 100 días, cumplió muchos otros propósitos. Trump aprovechó el escenario para disfrutar de la adoración del público, culpar a Joe Biden de diversos problemas nacionales y afirmar que no se le reconoce suficientemente por sus logros como presidente.

Entre las políticas que celebró se encuentra la deportación de presuntos miembros de pandillas venezolanas a El Salvador, una medida que ha sido cuestionada por los tribunales.

En días recientes, la Corte Suprema suspendió temporalmente nuevas deportaciones bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, la norma utilizada por la administración Trump para deportar a más de 200 personas a El Salvador.

“Ahora los tribunales están tratando de decir que eso no importa. No creo que lo vayan a permitir”, dijo. “Estamos llevando a cabo deportaciones masivas, y están ocurriendo muy rápido. Y los peores de los peores están siendo enviados a una prisión sin concesiones en El Salvador”.

Luego presentó un video que mostraba a prisioneros siendo trasladados a El Salvador y tratados con dureza: les rapaban la cabeza y los hacían marchar encorvados hacia sus celdas, mientras el público aplaudía.

El mandatario se jactó de su política arancelaria, que ha generado preocupación entre economistas y consumidores, avivando temores de recesión. No obstante, Trump presentó los aranceles como una forma de castigar a países que, según él, han sido injustos con Estados Unidos.

“Hemos sido abusados por amigos y enemigos, y en muchos casos, los amigos nos han abusado más que los enemigos en el comercio”, dijo a la multitud. “Así que quiero que sepan que pronto estarán muy orgullosos de este país, y con mis aranceles a China estamos acabando con el mayor robo de empleos en la historia del mundo”. Aunque su política arancelaria ha sido agresiva, con tarifas del 145% a productos chinos, también ha sido cambiante.

El martes, firmó acciones ejecutivas para reducir la carga arancelaria a los fabricantes de automóviles que ensamblan en EE. UU.

“Alguien diría, ‘Ah, bueno, eso es un cambio’. Se llama un poco de flexibilidad”, comentó Trump, antes de lanzar una advertencia a las empresas que no produzcan en EE. UU.: “Les damos un poco de tiempo antes de destruirlos si no lo hacen, ¿verdad?”.

Trump también dedicó tiempo a criticar a los medios de comunicación, como solía hacer en campaña, y también arremetió contra las encuestas. Muchas muestran que su nivel de aprobación ha bajado desde que asumió el cargo.

Una nueva encuesta de NPR/PBS News/Marist, por ejemplo, sitúa su aprobación general en un 42%.

Sin pruebas, Trump calificó estas encuestas como “falsas”.

“Dicen que Trump solo tiene un 44% de aprobación”, dijo. “Bueno, en realidad no está mal. Pero si fuera una encuesta legítima, estaría en los 60 o 70. Esta gente es un grupo de corruptos”, sentenció.