Internacional

Daesh pide a su Dios que acelere la destrucción de la religión católica

El Estado Islámico reivindica la autoría de un coche bomba frente a la iglesia de la Virgen María

Restos de coche bomba en una imagen publicada por “Al Naba”
Restos de coche bomba en una imagen publicada por “Al Naba”larazon

El Estado Islámico reivindica la autoría de un coche bomba frente a la iglesia de la Virgen María

“Le pedimos a Allah que acelere su destrucción”. Daesh, el Estado Islámico, no se anda con medias tintas a la hora de fomentar entre sus combatientes el odio contra la religión católica.

La frase que encabeza este artículo corresponde a un articulo publicado en el número 190 de la revista “Al Naba”, que difunde la banda terrorista, en el que se asume la autoría de un coche bomba frente a la iglesia de la Virgen María en la localidad siria de Qamishli, al norte de Hasaka. El atentado, según los yihadistas, habría causado al menos 12 heridos.

La explosión afectó a la fachada del templo, lo que a los terroristas les parece poco, por lo que piden a su Dios que “acelere la destrucción” de todo lo relacionado con el catolicismo.

Los responsables de Daesh, dentro del proceso de fanatización de sus militantes, han colocado a los “cruzados” (cristianos) como enemigos con los que hay que acaban por todos los medios posibles.

Por otra parte, la lectura de “Al Naba”, a través de las traducciones obtenidas, dado que se publica en árabe, permite constatar que, según los terroristas, sus acciones se cuentan siempre por éxitos, con muertos, heridos y destrucción entre sus enemigos, y la ausencia de bajas en las filas propias, salvo en los casos de terroristas suicidas.

En artículos, divididos por wilayas (franquicias), se da cuenta de los ataques perpetrados, los lugares y el número de víctimas causadas. Daesh vive obsesionado también con los kurdos del PKK, al haber sido los que materializaros su derrota territorial, y les dedican amplios espacios para narrar el daño que, según ellos, les están haciendo.

Cuando consiguen abatir a algún alto mando de ,los ejércitos que combaten, dan su nombre y, si pueden, ofrecen su fotografía, en este caso herido, mientras se repone de sus heridas en la cama de un hospital.