Diálogo sin frentismo

–¿A qué retos se enfrenta el próximo presidente?

–El crecimiento no se consigue por casualidad y Argentina debe relacionarse con la economía mundial. El aislamiento nos ha permitido desendeudarnos, pero necesitamos que la inversión impulse un proceso de crecimiento mucho más sostenido en el tiempo. También creo que hay una cuestión de la cultura política muy importante: el próximo presidente, sea quien sea de los tres candidatos, tiene un carisma conciliador. Es decir, vamos a tener un presidente que va a tener mucho más diálogo político que la actual gestión.

–¿Es posible un regreso de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones de 2019?

–No lo descarto, pero me parece que los regresos con uno o dos periodos de ausencia son muy escasos en la Historia. El lugar que se les asigna históricamente a los presidentes con grandes dotes de liderazgo es el de acompañar la gestión. Eventualmente, si el peronismo careciese de líderes de aquí a cuatro años, es probable que muchos oficialistas vuelvan a pedirle a Cristina que presente una candidatura.

–¿Cómo cree que va a evolucionar la política exterior argentina tras el kirchnerismo?

–La estrategia en política exterior va a ser opuesta a la de Cristina. La política exterior argentina ha ido al límite durante estos años; con algunos éxitos, pero también con relativas derrotas. El voto ha cambiado y el contexto del mundo también. Y las alianzas internacionales que tuvo el Gobierno de Cristina indudablemente hoy no gozan de la misma fuerza que gozaban antes, por ejemplo Venezuela. Por lo tanto, cuando este contexto cambia, es saludable que se repiensen las alianzas regionales.

*Investigador y analista político en Gustavo Córdoba y Asociados