Disturbios en Trípoli tras la reunión de la ministra de Exteriores libia con su homólogo israelí

Un aparentemente inopinado movimiento diplomático puso a prueba la precariedad de la situación en Libia para desencadenar, en unas pocas horas, una nueva crisis política y de seguridad en el país norteafricano. Todo comenzó cuando las autoridades israelíes hacían público este domingo que la ministra de Exteriores libia, Najla Mangush, se había reunido en Roma la semana pasada con el jefe de la diplomacia israelí, Eli Cohen, a pesar de que los dos países no mantienen relaciones diplomáticas.

Libia no reconoce al Estado de Israel y su población es profundamente solidaria con la causa palestina y hostil a Tel Aviv, pero resulta inverosímil que la jefa de la diplomacia libia actuara por su cuenta y sin el conocimiento del primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional Abdul Hamid Dbeidé.

La noticia del encuentro corrió como la pólvora por todo el país y provocó que en la noche del domingo un grupo formado por decenas de manifestantes prendiera fuego a la residencia del primer ministro Dbeidé, e irrumpiera en la sede del Ministerio de Exteriores en la capital del país, Trípoli, según recogía la agencia Europa Press.

Con arreglo a información recogida por el medio Libya Observer, los manifestantes escribieron en los muros de la sede de Exteriores «abajo el Gobierno de los traidores» y hasta se escucharon tiros en el interior del edificio ministerial. Dbeidé preside oficialmente desde marzo de 2021 un Gobierno interino respaldado por Naciones Unidas.

Mientras se registraban las protestas en las calles de Típoli y otras localidades menores, el primer ministro Dbeidé suspendía de sus funciones a la ministra de Exteriores y anunciaba la apertura de una investigación. A esa hora del domingo la titular de Exteriores libia abandonaba el país magrebí en un vuelo con destino a Turquía.

En la mañana de ayer lunes, la Agencia de Seguridad Interna libia (ISA) negaba hacer autorizado la salida del país de la ya ex ministra de Exteriores Najla Mangush. Según una nota de la citada agencia publicada en su perfil de Facebook, Mangush «no pasó los canales oficiales en el aeropuerto de Mitiga» de la capital libia, por lo que «las cámaras de seguridad aclararán este hecho».

Desde el Gobierno de Israel, embarcado desde 2020 en el arduo proceso de normalizar relaciones con los vecinos de Oriente Medio y el Norte de África —cuyo mayor hito han sido, hasta ahora, los Acuerdos de Abraham—, se elogiaba el encuentro entre ambos titulares de Exteriores como un «histórico paso».

Además, según la parte israelí, los ministros abordaron en la capital italiana la posibilidad de cooperar en materia agrícola y de gestión del agua, además de otros asuntos de índole humanitaria, e incluso el ministro israelí Eli Cohen, que habría esgrimido la necesidad de preservar la herencia judía en Libia, incluida la renovación de sinagogas y cementerios, destacó «el gran potencial que la relación podría ofrecerle a los dos países».

En cambio, desde el Ministerio libio de Exteriores, aunque se admitió el encuentro en Roma se calificó de «informal» y «casual», se aseveró que la destituida titular de la cartera de Exteriores «defendió de manera clara e inequívoca» la causa palestina.

También este lunes, las autoridades israelíes contradecían las declaraciones firmadas por la Cancillería libia para asegurar que la del domingo fue una reunión del “más alto nivel” que contó con el plácet del Gobierno libio. «El primer ministro libio ve a Israel como un posible puente hacia Occidente y la Administración estadounidense», aseveró Cohen en un comunicado.