Política

Rusia

Doku Umarov, el sanguinario «emir del Cáucaso»

Umarov preside la clandestina República de Ichkeria. Su objetivo: imponer la «sharía» en el Cáucaso
Umarov preside la clandestina República de Ichkeria. Su objetivo: imponer la «sharía» en el Cáucasolarazon

Doku Umarov, de 49 años, casado y padre de seis hijos, es uno de los últimos supervivientes de la guerrilla original chechena y actual líder del movimiento. Dos de sus hermanos fallecieron en combate durante las guerras en el país(1994-96 y 1999-2009). Tras la muerte del líder Sheikh Abdul Halim en 2006, este licenciado en Ingeniería civil por la Universidad de Grozny fue nombrado presidente de la clandestina República de Ichkeria. Sólo un año más tarde extendió su radio de influencia y de paso amplió la lucha cuando se autoproclamó «emir del Cáucaso», un supuesto Estado islámico, no reconocido por la comunidad internacional, que englobaría ya no sólo Chechenia, sino también otras regiones del Cáucaso ruso de mayoría musulmana como Osetia, Daguestán e Ingusetia.

El hombre más buscado de Rusia, al que se ha dado por muerto en varias ocasiones, se esconde desde hace años en una zona de muy difícil acceso de las montañas del Cáucaso, desde donde lidera la guerrilla. Sus méritos en campaña durante la segunda guerra de Chechenia le elevaron rápidamente en la cadena de mando. Umarov es uno de los responsables de la deriva islamista radical del movimiento checheno en la última década, un movimiento que tras la caída de la URSS tenía un carácter más nacionalista que religioso. El objetivo actual de su grupo, según sus propias palabras, consiste en expulsar del Cáucaso a los no musulmanes e imponer la «sharía», o ley islámica. El «Emir» asume la responsabilidad intelectual de los peores atentados que ha sufrido Rusia en los últimos años, el del tren a San Petersburgo en 2009, los del metro de Moscú en 2010 y el del aeropuerto de Domodedovo en 2011, que dejaron un total de 103 víctimas mortales. El pasado julio, en un vídeo difundido por internet, Umarov amenazó con sabotear los Juegos Olímpicos de Sochi, gran proyecto personal de su archienemigo Vladimir Putin. «Planean organizar las Olimpiadas sobre los huesos de nuestros antepasados, de muchos musulmanes enterrados junto al mar Negro. Como muyahidines estamos obligados a impedirlo por cualquier medio permitido por Alá». En marzo de 2011 la ONU le incluyó en la lista de individuos presuntamente asociados a Al Qaeda, y desde mayo de ese mismo año EE UU ofrece cinco millones de dólares por pistas que conduzcan a su detención.