Historia

Las dos veces que la OTAN rechazó la entrada de Rusia como miembro de la Alianza

Tanto el país ruso como su antecesor, la Unión Soviética, mandaron propuestas para unirse a la Organización Atlántica, pero ambas fueron denegadas por Estados Unidos

La OTAN surge después de la Segunda Guerra Mundial para velar por la seguridad del nuevo mundo y evitar una Tercera Guerra Mundial
La OTAN surge después de la Segunda Guerra Mundial para velar por la seguridad del nuevo mundo y evitar una Tercera Guerra MundialDreamstime

Con el final de la Segunda Guerra Mundial, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, más conocida como OTAN, apareció como un pilar fundamental de la seguridad colectiva de Occidente en el contexto de un nuevo orden que aparecía en el mundo, especialmente en Europa. Entre sus objetivos, uno de ellos era el de contrarrestar la amenaza que presentaba la Unión Soviética durante los años más intensos de la Guerra Fría. Curiosamente, a lo largo de esos años la URSS, y posteriormente Rusia, intentaron entrar en la Alianza. Dos veces, según el presidente ruso, Vladimir Putin, las cuales acabaron denegadas por EEUU.

"Nosotros queríamos eliminar las bases de la confrontación entre bloques y crear un espacio de seguridad común, pero ellos (en alusión a Occidente) se mostraron reacios a liberarse de los estereotipos geopolíticos e históricos, de una visión simplificada y esquemática del mundo", confesó Putin a principios de octubre de este año, al intervenir en el Club de Debate Valdái que tiene lugar en el balneario de Sochi (mar Negro).

En plena Guerra Fría y al filo de la Tercera Guerra Mundial: una propuesta "irrealista"

"En ambas ocasiones fuimos prácticamente rechazados de entrada", lamentó el jefe del Kremlin. La primera de ellas fue en 1954, después de unos años muy duros en los que la amenaza de una Tercera Guerra Mundial era cada vez más alarmante. Coincidió con la creación de la Alianza Atlántica en 1949, certificando así la formación de un mundo bipolar.

El ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, Viacheslav Mólotov, hizo la propuesta inesperada a la Casa Blanca de que la URSS se uniera a la OTAN. Era un momento en el que la Alianza dejaría de ser una agrupación militar formada por sus doce países fundadores (Bélgica, Dinamarca, Islandia, Italia, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo, Noruega, Francia y Estados Unidos) para mostrarse abierta por primera vez a la adhesión de otras naciones europeas.

Antes se aprobó la entrada de Grecia y Turquía, y en aquel año, la de Alemania Occidental, o República Federal de Alemania. Pero, sin sorpresas, fue denegada la adhesión de la URSS.

"No hace falta subrayar el carácter totalmente irrealista de semejante propuesta, es contraria a los mismos principios de los que dependen la defensa y la seguridad de los Estados occidentales", decía en una nota el Gobierno de Estados Unidos, en aquel momento bajo la Administración de Eisenhower.

Era mayo de 1954, y meses más tarde, la URSS lanzaba el Pacto de Varsovia o Tratado de Amistad y Cooperación, firmado junto a Checoslovaquia, la RDA, Polonia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Albania como "una alianza militar de países socialistas hermanos, incluso para hacer frente a la OTAN". Duró hasta la desintegración completa de la URSS.

EEUU estuvo cerca de meter a Rusia como miembro de la OTAN, pero Clinton lo consultó con los aliados

Por otro lado, la otra ocasión en la que la OTAN rechazó a Rusia como miembro de la Alianza fue después de la desintegración de la URSS, con Bill Clinton como presidente estadounidense. El mismo expresidente confesó que durante su mandato (1993-2001) ofreció a las autoridades rusas "una eventual membresía, argumentando que nuestros mayores problemas de seguridad en el futuro provenían de organizaciones no estatales o de Estados autoritarios".

En aquel entonces, la Alianza ya había incluido a países como Hungría o Polonia, aliados de la URSS. Su objetivo, hacer frente a "aquellos países que venden capacidades químicas, biológicas y nucleares a grupos terroristas", al mismo tiempo que insistía al Kremlin que Washington y la OTAN no tenían intención de amenazar a Moscú.

Sin embargo, tras mucho meditarlo, Clinton rechazó esta posibilidad. "Hicimos lo correcto, en el momento correcto", dijo en una entrevista en 2022. "Si no lo hubiéramos hecho... esta crisis (en referencia a la guerra de Ucrania) hubiera sucedido mucho antes", agregaba. Por su parte, Putin explicó que este cambio de opinión de Clinton, que veía "interesante" la entrada de Rusia en la OTAN en un primer momento, "surgió de la noche a la mañana, tras realizar consultas con los aliados".