De héroe a criminal
Los crímenes de guerra del soldado australiano más condecorado, al descubierto en un juicio por difamación
Ben Roberts-Smith era considerado un héroe nacional en su país, hasta que una investigación periodística desveló que había cometido atroces crímenes contra civiles en la guerra de Afganistán
Sus compañeros le llamaba "Leonidas", en referencia al rey espartano que murió en combate defendiendo a su pueblo. Pero su historia resultó ser mucho menos épica y más vergonzosa de lo que jamás este soldado australiano, el más laureado del Ejército de su país, hubiera deseado. Este jueves, un juez de la Corte Federal de Australia ha desestimado una denuncia de Ben Roberts-Smith por difamación contra tres periódicos que publicaron artículos en los que se acusaba al ex soldado de élite de ser autor o cómplice de los presuntos asesinatos que se le atribuyen, ocurridos entre 2009 y 2012 cuando estaba desplegado en la guerra de Afganistán, donde su país llegó a desplazar hasta 1.500 efectivos.
La sentencia supone una victoria y también un alivio para los tres medios de comunicación australianos que habían publicado la siniestra historia de Roberts-Smith. El juez Anthony Besanko estudió los artículos -incluidos algunos sobre intimidación a sus compañeros y agresiones a su amante- y dictaminó que eran "sustancialmente ciertos". En los reportajes se decía que el soldado había asesinado a civiles afganos, incluido un granjero al que lanzó por un precipicio. Otro de los supuestos crímenes analizados es la ejecución ilegal de un afgano cojo que había sido sacado a rastras de un túnel por soldados australianos.
El juicio no solo destruye la reputación de Roberts-Smith como el mayor héroe de guerra vivo de Australia sino que también daña enormemente la reputación de las fuerzas especiales australianas, escribe la prensa local. El caso ha conmocionado a buena parte de la sociedad australiana.
Todo partió en 2018 cuando Roberts-Smith inició un proceso judicial por difamación contra varios medios de comunicación por una serie de artículos en los que el héroe nacional era acusado de crímenes de guerra. Las fuerzas armadas locales iniciaron una investigación en 2020 en la que finalmente se describieron como "creíbles" las evidencias que apuntaban que los grupos de élite australianos mataron ilegalmente a 39 civiles y prisioneros afganos.
Los medios de comunicación alegaron durante el juicio que Roberts-Smith estuvo involucrado en el asesinato de cinco prisioneros afganos en 2009 y 2012. En una acusación central en el caso, los rotativos alegaron que Roberts-Smith pateó a un aldeano afgano desarmado y esposado llamado Ali Jan hasta que fue lanzado desde un pequeño acantilado en Darwan el 11 de septiembre de 2012. Después los soldados lo mataran a tiros. El acusado respondió diciendo que el afgano en cuestión no era un agricultor sino un presunto “observador” talibán que informaba sobre el movimiento de las fuerzas de la coalición. Añadió que tanto él como un soldado apodado Persona 11 le dispararon legalmente.
El juez Besanko desveló también que Roberts-Smith había cometido un asesinato en Whiskey 108 al presionar a un soldado recién desplegado e inexperto para que ejecutara a un anciano afgano desarmado como rito de iniciación del novato. Otro de los actos probados cometido por el soldado en Afganistán fue el asesinato de un hombre con una pierna ortopédica que murió ametrallado. Los soldados le arrancaron la prótesis y Robert-Smith alentó a sus compañeros para que la usaran como vaso para beber.
Los periódicos australianos también denunciaron que le disparó a un joven prisionero afgano en 2012 y se jactó ante un compañero de que era “la cosa más hermosa que he visto en mi vida”. Roberts-Smith negó haber hecho ese comentario y dijo que el prisionero fue liberado.
En el juicio, el acusado le dijo al juez que durante su estancia en Afganistán siempre siguió las reglas de combate cuando tenía que matar a milicianos. “Vi cosas en Afganistán e hice cosas en Afganistán, como tener que involucrar a adolescentes, de las que no estoy orgulloso”.
Este ha sido uno de los juicios por difamación más grandes y costosos en la historia de Australia y el primero en examinar en detalle las denuncias de crímenes de guerra contra miembros del Servicio Especial de las Fuerzas Armadas australianas.
Australia llegó a desplegar hasta 1.500 soldados para operaciones de combate entre 2001 y 2014 en Afganistán, lo que se consideró como la mayor aportación militar de un país fuera de la Alianza Atlántica impulsada por Estados Unidos.
En el juicio también se analizó la presunta responsabilidad del ex soldado en una agresión a su amante, cuya identidad fue suprimida por el tribunal, quien presentó evidencias de que Roberts-Smith la había golpeó en el lado izquierdo de la cara y el ojo después de una cena en la Casa del Parlamento en Canberra en marzo de 2018, después de que ella lo avergonzara al caerse por las escaleras mientras estaba borracha. El juez no ha podido demostrar esta acusación por maltrato.
Hace años, tras abandonar el Ejército, Roberts-Smith se puso a trabajar para uno de los hombres más ricos de Australia, el magnate de la televisión Kerry Stokes. Hasta entonces, había sido condecorado con la Cruz de la Victoria, y fue recibido incluso por la reina Isabel II en Londres.
El ex soldado no estuvo presente en la sala del tribunal en Sydney para el juicio y actualmente se encuentra en la isla turística de Bali, Indonesia. Algunos medios han publicando capturas de pantalla del acusado descansando en una tumbona. No tenía ninguna obligación de asistir a la audiencia.
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